Las historias de bullying que esconden los niños autistas
Santo Domingo – Lejano a una infancia de felicidad, Alcis Polanco, el primer joven con autismo graduado de Comunicación Social en el país, recuerda su niñez como una de sus épocas más difíciles, oscuras e incluso “depresivas”, tras el rechazo y bullying hacia su persona catalogado como un “Endemoniado o chico raro” por tener autismo.
“Él lo que tiene es un demonio tráigalo mañana a la iglesia para hacerle un exorcismo”, fueron las palabras que constantemente escuchó Carmen Capellán, la madre de Alcis, quien buscaba ayuda para la reinserción de su hijo.
“Tenía que llevarlo al Montessori y es muy caro. Queríamos aunque sea un pago mínimo y cuando intentaba en una escuela normal, y duraba par de semanas, las autoridades me decían lléveselo y no lo traiga más”, expresó Carmen.
El sistema presentó retrasos para Alcis, quien hasta sus 11 años junto a su madre conocieron su diagnostico del espectro autista, y quien al ser evaluado por la doctora Mara Ramírez, se dictaminó que podía continuar sus estudios.
Las constantes luchas de Alcis por sentirse aceptado fueron un foco de gran esfuerzo, y más que todo, su sueño de poder algún día graduarse de la escuela y así ingresar a la universidad.
Lejano a toda posibilidad de estar en aulas de inclusión por su condición y recursos económicos, pasaron siete años para que Alcis pudiera ser aceptado en una escuela de Prepara en la comunidad de la Javilla, en nivel medio, los sábados.
Una alegría que para el más adelante traería acoso hacia su persona.
“Trágate ese sacapuntas”- con una voz más fuerte y demandante volvían y le repetían a Alcis “que te lo tragues”, mientras empujaban el objeto hacia su boca.
Estas fueron las acciones de uno de los compañeros de clase quien constantemente intimidaba Alcis por su condición especial.
Su reintegración en el mundo escolar otra vez se sentía difícil por su lenguaje diferente, y la reacción de sus compañeros que constantemente le acosaban.
Pero esto no quedo allí faltando poco para terminar el grado escolar, alguien robó el examen final de Alcis, lo que hizo que pidiera ayuda a los profesores, y al percatarse se dieron cuenta que la prueba estaba en el zafacón. Se trató del mismo chico que tiempo anterior le había acosado con un sacapuntas.
“Nunca se disculpó “, dijo Alcis. Sin embargo, este no era el único problema, el gran reto continuaba.
Para Alcis los profesores tenían poca empatía sobre las personas autistas, y en su grado de exigencia manifestaban poca paciencia.
Pasó el tiempo y Alcis pudo graduarse de bachillerato. Lleno de entusiasmo se preparaba para solicitar una beca, y cumplir su sueño de ingresar a la universidad, específicamente a la carrera de Comunicación Social.
“Me sentía como mendigo por mi condición y quería ingresar a la universidad”, señaló
En su búsqueda, llegó a universidades que le cerraron las puertas donde expresaron “No son los estudiantes que se van a acoplar a ti, sino tú eres quien tiene que adaptarte”. Fue el comentario de una organizadora de las pruebas para ingreso, quien no escatimó a entender que se trataba de una persona especial.
“En esta universidad no aceptamos personas especiales o personas con autismo”, fueron otras de las palabras emitidas.
Entre tocar puertas y puertas, Alcis fue aceptado en la Universidad Dominicana O&M, de la que se siente muy agradecido por la oportunidad.
Señala que en el camino tuvo que explicarles a los profesores constantemente su condición para que pudieran tener paciencia, y aún en medio de la indiferencia trató de seguir adelante.
“Maestros de la universidad tildaban rechazo y discriminación por querer hacer lo más correcto y perfectos, y no valoraban esfuerzos antes asignaturas y clases”, dijo.
Aulas especiales en las universidades
En estos momentos Alcis Polanco se siente muy apoyado por la motivaciones y palabras de superación que ha recibido por distintos ciudadanos en las redes sociales, lo que ha sido un soporte para que el pueda continuar.
“Quiero que esto sea una ciudad de recursos en la inclusión “, dijo.
Manifestó que en apoyo a la inclusión se deberían crear aulas en las universidades, debido a que las personas con autismo poseen el derecho de ser libres para estudiar aunque eso implique ir en un proceso distinto.
Proyectos
Hasta el momento Alcis comentó a periodistas del ElCaribe que tiene dos proyectos; una historia bibliográfica sobre sus tiempos difíciles, que abarca el proceso de su condición y desarrollo hasta hoy en día.
Así como la creación de una fundación para niños autistas que busquen la unión de instituciones públicas y privadas, y empresariales, para trabajar por los niños autistas.
“Tener un niño autista sin ningún tipo de recursos ni ayuda es un caso muy difícil, se deberían implementar mas políticas públicas”, expresó su madre.