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Los cheques de $ 2,000 podrían costarles el Senado a los republicanos

“La última estocada maestra de Trump para herir de muerte a los Republicanos fue crear las expectativas a los estadounidenses de que iban a recibir cheques de $ 2,000” cuando en realidad solo llegarán de $600”.
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“Tan impredecible como un tornado, Trump se mantiene como si estuviera incólume, errático, caprichoso, sorpresivo, se puede intuir, pero nadie es capaz de predecir su trayectoria o cuándo y dónde atacará”. Trump empezó a blandir su espada de Damocles cuando el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, un aliado incondicional, reconoció a mediados de diciembre el triunfo de Joe Biden.

El presidente cada día fue quedando más y más aislado en la Casa Blanca, casi todas las demandas judiciales que su campaña interpuso en los tribunales de diversos estados con el objetivo de anular las elecciones fracasaron. El Senado, que era su herramienta más poderosa, fue tomando distancia de sus alegaciones. Esa era la última parada de su tren. Trump, en su derrota, no solo en las elecciones, sino también por el abandono de su propia plataforma política republicana. A punto de salir de la casa banca en condiciones no favorables o el presidente que apostó a enfrentar al “inefable sistema electoral estadounidense”.

Cuando todos lo creían un “pato en galería de tiros”, el presidente tenía un “as bajo la manga”, que los senadores republicanos nunca se imaginaron que podría usar en contra de su propia plataforma política: Sorpresivamente Trump se negó a firmar el segundo paquete de ayuda económica por el COVID-19 y puso como condición principal para firmar, que se envíen cheques de $ 2,000 a cada estadounidense con ciertos niveles de ingresos, incluyendo niños.

Esta jugada maestra de ajedrez político puso los pelos de punta a los demócratas y revolcó a los republicanos, que todavía no despiertan del golpe asombroso y mortal. En seguida, los demócratas aprobaron la propuesta en la cámara baja. El martes, el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, bloqueó las maniobras de dos demócratas que habrían acelerado la propuesta de Trump en el Senado para que fuera aprobada inmediatamente sin votación. Eso provocó que Trump colgara el amenazante mensaje en su cuenta de Twitter: “A menos que los republicanos tengan un deseo de muerte”, deben aprobar “lo antes posible los $ 2,000”.

A partir de ahí, los republicanos en el Congreso se han mostrado erráticos, ambivalentes y tan impredecibles como el mismo Trump.  El miércoles, el líder de la mayoría, Mitch McConnell dijo “Los pagos directos más grandes, destinados a frenar los efectos devastadores de la pandemia de coronavirus y respaldados por el presidente Donald Trump y los demócratas del Congreso, «no tienen un camino realista para aprobarse rápidamente en el Senado”.

Por lo pronto, todo parece indicar que los senadores republicanos, sumaron una última tragedia al difícil año 2020 que ha abatido el pueblo estadounidense, golpeado por la peor crisis sanitaria de la historia de la humanidad, hundido en una profunda crisis económica, cuyos impactos directos golpean mayormente los que iban a recibir los $ 2,000.

Ya los demócratas empezaron a capitalizar la negación de los republicanos en el estado de Georgia. Están tratando de despertar la ira de los electores del partido rojo para revertir el voto o al menos desestimularlo de modo que se abstengan de votar en la segunda vuelta por los dos candidatos republicanos. Si las cabezas de estos dos escaños ruedan por el piso el 5 de enero, sería un adiós al predominio en el senado de los conservadores. Solo así, Trump habría saboreado el “néctar azucarado de la venganza”.

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