Luchemos sin miedo por nuestro PRM en Pensilvania!
Por Nilba Sánchez
Filadelfia, PA: El miedo es el peor virus que bloquea las vías respiratorias que oxigenan nuestra vida, nos paraliza y hace que no produzcamos nada, que aceptemos todo y que hasta silenciemos lo que creemos está mal hecho. El fracaso del empleado en el relato bíblico, que recibió un talento estuvo precisamente en el miedo: “tuve miedo… y enterré el talento”. Sin embargo, Dios solo espera que seamos diligentes en poner en juego todo lo que somos y tenemos para hacernos crecer como personas y dar así mayor utilidad a nuestra vida y a la sociedad donde vivimos, aceptando incluso el riego a equivocarnos.
Esta reflexión la traigo hoy porque tenemos la oportunidad de preguntarnos cuantas cosas estamos dejando de hacer por no confiar en que somos capaces de hacerlas, o al menos de intentarlas. Cuantas cosas podemos denunciar, sin herir u ofender a nadie personalmente, si no tuviéramos tanto miedo. Y creo que esto es aplicable a cualquier renglón de nuestra vida, especialmente al político.
Quiero dejar muy en claro mi firme posición con respeto a nuestro presidente. Apoyamos ciento por ciento su gestión realizada y creemos que con él al frente, República Dominicana tiene un futuro prometedor de desarrollo sostenible, siempre y cuando sus colaboradores se lo permitan.
Seamos más específicos. Pennsylvania, a siete meses de gobierno del PRM seguimos viviendo en incertidumbre, no se sabe nada, no se dice nada, la mayoría de la base continúa siendo ignorada en todos los sentidos. Seguimos tejiendo historias imaginarias, porque no hay respuestas. Un grupo nos sentimos excluidos del Partido. Fuimos considerados adultos para trabajar arduamente y somos tratados como niños para darnos el frente y explicarnos qué es lo que realmente está sucediendo en el Partido en Pennsylvania.
Y es oportuno aclarar, a diferencia de lo que se ha querido sostener, que aquí no hay personas capacitadas para desempeñar determinadas funciones, la seccional de Pennsylvania sí cuenta con hombres y mujeres valiosísimos, profesionales en todas las áreas, capaces de competir con cualquiera en sus respectivos campos de trabajo y con suficientes méritos políticos y valores morales.
La ausencia de las autoridades continúa provocando inseguridad y vacilación en sus miembros. “Sabemos que somos perremeístas, pero no sabemos si pertenecemos al PRM” decía un dominicano, viejo roble y jefe de familia philadelfiano, que hoy sufre el vacío de no saber a dónde ir a preguntar y expresar lo que siente por el que cree es su Partido. La gente está desorienta. La gente quiere respuesta. Repetidamente se preguntan por qué un pequeño grupito es beneficiado y reiterativamente luchan por más, y se le es permitido, mientras que a otros, sus nombres no aparecen en las famosas listas para posiciones y no se le ha permitido disfrutar ni siquiera de las migajas de la miel del gobierno. No somos aptos de recibir una explicación, una esperanza. Por otra parte, las autoridades han permitido que determinadas personas alteraran la original lista de posiciones del comando de campaña y hayan aparecido en una lista con posiciones que nunca desempeñaron en el comando de campaña. ¿Es esto justo?
Luchemos pues sin miedo por nuestro Partido en Pennsylvania. No tengamos miedo a expresar lo que sentimos. Queremos la inclusión de todos los miembros. Queremos un foro abierto donde podamos hablar y ser escuchados sin prejuicios. Queremos ser respetados por las autoridades. Queremos seguir siendo perremeístas. Luchemos pues, sin miedo, por nuestro Partido PRM.
