Mantequilla dice que fue a la Policía a poner la denuncia por muerte de parientes, pero no se la recibieron
Tras las muertes en un accidente de un colaborador y su madrastra, Wilkin García Peguero «Mantequilla» acudió este miércoles a la sede de la Policía Nacional a colocar la denuncia por los presuntos agresores, pero en el lugar le indicaron que era en la jurisdicción de Monte Plata dónde debe querellarse.
La querella de Mantequilla ante las autoridades consistía en la persecución que alega fueron objeto sus allegados la noche del martes en la villa en la que opera su empresa 3.14 Inversiones, en Sabana Grande de Boya.
En el accidente de la camioneta falleció su colaborador Kelvin de Jesús Felipe Reyes, de 34 años, y su madrastra Dulce María Romero; mientras que su padre y su hermano están bajo observación médica.
Alrededor de las 8:00 de la noche de la noche, mientras el «multiplicador de dinero» hablaba con la prensa en el parque de la Policía, uno de sus defensores le orejeó que debían marchase. A seguida, cortó la entrevista y abordaron una jeepeta y salieron del Palacio de la Policía Nacional.
Ante de irse, Carlos Nova, uno de sus abogados, dijo que acudieron a Atención al Ciudadano de la Policía, pero el encargado de esa unidad les manifestó que no podían recibirla, porque debían ir a la Fiscalía de Monte Plata.
Relató que los agresores, tras provocar el accidente, se llevaron el dinero. No especificó el monto exacto. Nova entiende que la jurisdicción competente es Monte Plata, pero por ser un caso especial, el Departamento de Investigaciones Criminales (Dicrim) hagan las indagatorias correspondientes.
«Ellos pueden recibir la denuncia y posteriormente mandarla para allá», expresó el defensor.
Mantequilla dijo que teme por su vida, alegando que en las redes sociales se ha desatado una campaña en su contra, porque «han afectado ciertos intereses». Reiteró que su empresa está registrada en Onapi y la Cámara de Comercio, pero que ha sido objeto de abuso de poder.
No obstante, llamó a sus «inversionistas» a que estén en calma, que les devolverán su dinero, puesto que no se quedarán con ni un centavo.