Marketing Político en la Democracia Post Covid-19
Marketing Político en la Democracia Post Covid-19
Por Dulce Maria Rodríguez
La Democracia Post COVID-19
Capítulo I- El COVID-19
La pandemia de COVID-19, también conocida como la pandemia de coronavirus, es una pandemia mundial actualmente en curso derivada de la enfermedad ocasionada por el virus SARS-CoV-2. Su primer caso fue identificado en diciembre de 2019 en la ciudad de Wuhan, en la República de China, al reportarse casos de un grupo de personas enfermas con un tipo de neumonía desconocida. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la reconoció como una pandemia el 11 de marzo de 2020, cuando informó que había 4,291 muertos y 118,000 casos en 114 países.
El virus se transmite generalmente de persona a persona a través de pequeñas gotas de saliva, que se emiten al hablar, estornudar, toser o respirar. Se difunde principalmente cuando las personas están en contacto cercano, pero también se puede difundir al tocar una superficie contaminada y luego llevar las manos contaminadas a la cara o las mucosas. Su período de incubación suele ser de cinco días, pero puede variar de dos a catorce días. Los síntomas más comunes son la fiebre, la tos seca y dificultades para respirar. Las complicaciones pueden incluir la neumonía, el síndrome respiratorio agudo o la sepsis.
Las medidas de prevención recomendadas incluyen lavarse las manos, cubrirse la boca al toser, el distanciamiento físico entre las personas y el uso de mascarillas, además del aislamiento y el seguimiento para las personas sospechosas de estar infectadas. La edad es un factor de riesgo, en especial las personas mayores de 65 años, así como la presencia de enfermedades crónicas como la diabetes, cardiopatías, enfermedades respiratorias, hipertensión arterial o inmunodeficiencias tienen un riesgo mucho mayor de contraer la enfermedad y de llegar a tener complicaciones graves. Para prevenir la expansión del virus, los gobiernos han impuesto restricciones de viajes, cuarentenas, confinamientos, aislamiento social, cancelación de eventos, y cierre de establecimientos
Muchos países, gobiernos, y asociaciones como la CDC y la OMS, recomiendan usar mascarillas o coberturas faciales, especialmente en lugares públicos donde haya mayor riesgo de transmisión y donde las medidas de distanciamiento social sean difíciles de mantener. Esta recomendación busca reducir la propagación de la enfermedad entre personas con síntomas y sin síntomas, y es complementaria a otras medidas preventivas como el distanciamiento social. Utilizar cubiertas faciales limita el volumen y la distancia de viaje de las gotitas que se dispersan al hablar, respirar y toser.
Existen tres tipos de vacunas para el COVID-19: vacunas de ARN mensajero (ARNm),vacunas de subunidades (vacunas proteínicas) y vacunas con vectores víricos. Los tres tipos de vacunas anteriores transportan o contienen las instrucciones para que el organismo produzca unas proteínas que se sitúan en la superficie del virus que causa el COVID-19. Tras la administración de la vacuna, el sistema inmune reconoce que estas proteínas son agentes extraños y, si la persona llega a infectarse por el virus, lo neutraliza y evita su multiplicación.
Según los resultados de los ensayos clínicos, las vacunas de Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson previenen eficazmente la infección por el virus que causa el COVID-19 y las complicaciones graves de la enfermedad que podrían precisar hospitalización o conllevar la muerte. Los laboratorios han indicado que la eficacia de las vacunas ha sido constante entre los distintos subgrupos estudiados, con independencia de la edad, el sexo biológico y el grupo étnico. Los ensayos clínicos incluyeron a un elevado número de participantes, de diversas etnias, entre ellos, personas de origen asiático, afroamericano, hispano o latino y de ascendencia indígena estadounidense.
El 4 de noviembre del 2021 Gran Bretaña autorizó con condiciones una píldora antiviral contra el coronavirus de Merch. La primera píldora que ha demostrado tratar con éxito el COVID-19. Es el primer país que da luz verde al tratamiento, aunque en un primer momento no estaba claro cuándo estaría disponible el fármaco.
- La píldora se autorizó, para adultos a partir de 18 años que hubieran dado positivo al COVID-19 y tuvieran al menos un factor de riesgo, para desarrollar una enfermedad grave, el medicamento llamado Molnuperavil, está desarrollado, para tomarse dos veces al día durante cinco días en pacientes que estén en su casa con síntomas leves a moderados de la enfermedad.
- Una píldora antigripal que reduce los síntomas y acelera la recuperación podría ser trascendental al reducir la carga sobre los hospitales y ayudar a frenar el brotes en países más pobres con sistemas de salud más frágiles. También reformará la estrategia en dos frentes contra la pandemia tratamiento con reducción y prevención, principalmente a través de la vacuna.
- El Molnuperavil está pendiente de autorización en Estados Unidos, la Unión Europea, y otros lugares.
- La administración de alimentos y medicamentos de Estados Unidos (FDA), con sus siglas en Inglés, dijo el mes pasado que se reunirá a finales de noviembre un comité de expertos independientes para analizar la seguridad y efectividad del medicamento.
- Los suministros iniciales serán limitados, Merch ha dicho que puede producir 10 millones de rondas de tratamiento hasta final del año pero buena parte de eso ha sido ya reservada con gobiernos de todo el mundo.
- Las autoridades Británicas anunciaron en Octubre que habían asegurado 480,000 tratamientos y esperaban que miles de Británicos vulnerables tuvieran acceso al medicamento este invierno a través de un estudio nacional.
- Hoy es un día histórico para el país de Gran Bretaña. Es ahora el principal país del mundo en aprobar un antiviral para el COVID-19 que puede tomarse en casa.
La pandemia del coronavirus ha producido cambios en el mundo como ningún otro acontecimiento. El COVID-19 en semanas generó una crisis sanitaria que puso a temblar a todas las economías del mundo. El consenso de los expertos era que la pandemia debía ser afrontada con rapidez y medidas extremas de aislamiento para poder detener la propagación. El Coronavirus, COVID-19, causó un estado de emergencia, toque de queda, uso de mascarillas, y distanciamiento social. El COVID-19 era el centro de la conversación en todos los confines del planeta. El consenso entre todas las naciones se produjo aceptando el protocolo elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los gobiernos se vieron comprometidos a utilizar la reserva económica y recurrir al endeudamiento externo como nunca. El cierre de las empresas condujo a que los gobiernos le cubrieran una parte de los sueldos a los empleados a los fines de que no declaran la quiebra. A partir de Febrero del 2020 la humanidad comenzó a ser el centro de una película de miedo jamás pensada. El pánico fue tomando las mentes, el miedo, la impotencia de no poder actuar con eficacia frente a un enemigo invisible y de repente el mundo cambió, nada estaba claro, el futuro era incierto, la docencia paralizada en todos los niveles de la educación. Las entradas de los establecimientos eran limitadas, la depresión se fue adueñando de la mente humana, y los proyectos y metas de vidas debían esperar. Como no se sabía cuando iba terminar la pandemia había que repensar la economía, repensar la educación, repensar la salud, repensar la sociedad, repensar la vida esa era la orientación más sana. El ciudadano rápidamente cambió su hábito de vida. Entender la mente humana para orientarle en procura de frenar el estrés y depresión que llevan al suicidio.
Capítulo II- La Covidianidad
El COVID-19 y el Cambio de Vida
La pandemia del coronavirus ha producido cambios en el mundo como ningún otro acontecimiento. El COVID-19 en semana santa generó una crisis sanitaria que puso a temblar a toda la economía del mundo. El consenso de los expertos era que la pandemia debía ser afrontada con rapidez y medidas extremas de aislamiento para poder detener su propagación.
La crisis de la covidianidad amerita con urgencia de un mensaje de esperanza, fe, y optimismo de que conociéramos la pandemia. El liderazgo mundial se manejó bien en esa dirección. Para lograr ese objetivo debían no informar el colapso de la economía en su dimensión real. A los que perdieron su empleo había que llevarles esperanza. A las empresas que perdieron las demandas de sus productos había que darle esperanza que todo volvería a la normalidad. A las empresas del turismo, las más afectadas, había que darle esperanza de que las personas volverían a viajar y consumir.
La Semana Santa del 2020 y 2021 Fueron Aplazadas
La celebración de la Semana Santa, que mueve mucho dinero en el mundo, fue aplazada. Quienes utilizan la semana santa como fecha para reforzar su fe, al menos, pudieron recibir los cultos por internet, radio, y televisión. De la noche a la mañana ya no recibimos la ostia, ya no tenemos los bautizos, la socialización de los cultos, algo que identifica y marca al mundo Cristiano desde el nacimiento de las personas. Ya no es posible el abrazo tierno a la hermandad de la fe, el afecto bondadoso del cura y el pastor, dejamos de recibirlo. Para millones de personas esto fue un golpe muy grande que causó depresión emocional colectiva y pérdida de rumbo.
La semana santa del 2020 fue aplazada pero la semana santa del 2021 también ocurrió la misma suerte. Por tanto se requerirá de un marketing bien eficaz para levantar el estado emocional y despertar el deseo de volver a vivir y disfrutar de la semana santa al estilo que se gozaba antes de la llegada del COVID-19. Es posible que cuando volvamos a la normalidad, para muchas personas ya no será igual. Los estudiosos de la historia y la conducta humana dicen que las guerras mundiales cambiaron la vida de las personas, ninguno de esos acontecimientos tuvo un impacto en la humanidad como el coronavirus. Esta pandemia fue peor que una guerra mundial, puesto que atacó a todo por igual. No distingue países ricos de pobres, clases sociales, ni credos religiosos, atacó la forma de vida, la fe, el optimismo y la esperanza. Ahora nos corresponde trabajar en una visión y un plan para redireccionar el mundo.
El Turismo de la Post Covidianidad
Se suspendieron los vuelos, cruceros, cerraron las playas, hoteles, y restaurantes en casi todos los confines del mundo, medidas tomadas por tiempo indefinido. Ni siquiera durante las guerras mundiales se habían tomado medidas como estas.
El mal tiempo llegó de repente, el desplome del turismo y todo el placer que envuelve puso a tambalear a la economía. La humanidad no estaba preparada para un golpe tan grande. Aunque la mayoría seguimos vivos debemos admitir que estamos afectados y que no somos las mismas personas que antes de la llegada del COVID-19.
La industria del turismo que se caracteriza por empleos abundantes y grandes beneficios para los inversionistas, de la noche a la mañana tuvieron que ser asistidos por los gobiernos pagándole un salario básico a los empleados y ejecutivos para evitar que declaren la quiebra.
El turismo como lo teníamos antes del COVID-19, no volverá por mucho tiempo. Las personas, aunque la pandemia desaparezca, habrán cambiado los hábitos de compartir en grupo y de estar en medio de multitudes. Muchos de esos grandes hoteles desaparecerán. Las personas necesitan espacios más privados.
La gran verdad, la que no se le ha dicho a la gente, es que después de la covidianidad nada volverá a ser igual, porque el ser humano será distinto, habrá cambiado su forma de pensar, sus hábitos de vida y por tanto se comportará diferente.
Capítulo III- La Democracia
Mentor Catalizador y Multiplicador
El liderazgo es un arte, una ciencia, una habilidad y una destreza que se mejora en el día a día. Los grandes líderes tienen en común que son rápidos en ver y actuar, en percibir y sugerir. Es que, como señala Kotter, la mayor ventaja de influir directamente en otro al ejercer cualquier tipo de poder es la rapidez (14). El líder que viene en el futuro tendrá la misión de forjar orden en medio del desorden y para ellos deberá ser colector y catalizador que haga un enlace entre las personas en una red de ideas grandes y significativas.
El liderazgo post COVID-19 deberá ser un escultor de la felicidad y contribuir a que la gente sea feliz. Debe ser su primera prioridad lograrlo, requiere reducir las preocupaciones. Para reducir las preocupaciones debemos aprender a conformarnos con menos. El coronavirus deja a un mundo estresado, agotado, y con un déficit de felicidad. Lograr que la gente vuelva a sonreír tomará mucho tiempo. Es importante entender la nueva realidad pero también aceptarla. El liderazgo debe tener metas pero también estimular a las personas a que se tracen metas. Adaptarse a las condiciones de la nueva vida es algo traumático. Para algún porcentaje de la población las personas tienen que pensar cómo echar su familia hacia delante y eso no se logra con llanto y lamento. Es importante educar a los niños para que construyan sus propias metas sin partir de la herencia de los padres. Los padres deben reflexionar con sus hijos, pero respetando sus metas que ellos mismos deciden que pueden hacer con sus vidas. Los padres les podemos dar un empujón pero respetando sus metas. La misión del líder es reducir ese ciclo de transito en el ser humano.
El líder debe buscar la forma de que la gente se sienta feliz. En la escuela los maestros deben hacer todo lo posible para que los niños se sientan felices. En ese propósito deben cuidar y abonar la ecología emocional de los niños. Los padres están atrapados en la presión de la crisis y la incapacidad, para criar a sus hijos, familias con mejores niveles de vida. En tanto error del líder siendo escultor de la felicidad llega a los adultos y error de los maestros siento escultor de la felicidad de los estudiantes ayuda a los padres a sentirse feliz. El coronavirus ha sembrado en las mentes humanas una cultura de miedo, urge buscar la felicidad como estrategia y alternativa para superar el miedo.
El líder debe buscar su felicidad personal centrada en la felicidad de los demás, esa debe ser su intención, ahí debe estar enfocado su mensaje y su vida, su rendición de cuenta debe ser un informe de la satisfacción que siente por haber hecho felices a la gente como lo hace el presidente Danilo Medina.
Daniel Coleman afirma que la inteligencia emocional se necesita ahora más que nunca para superar los retos actuales. 1. Los valores del líder y su importancia en la conducta social. Los valores son esquemas, parámetros y construcciones importantes que condicionan y canalizan el comportamiento de las personas. Los seres humanos nos regimos con una serie de principios y valores y el tipo de seres humanos que somos, depende en parte de los valores que constituyen el centro de nuestro diario vivir.
El mundo necesita de un paradigma de liderazgo en valores que promuevan igualdad, ética, respeto, integridad, inclusión, y justicia haciendo de su vida un proceso atractivo que impacte en un cambio de vida positivo en los demás.
El líder del futuro deberá dedicar más esfuerzo a la estética de su visión para que pueda ser atractivo. Atraer personas con metas sociales y políticas, inspiradas y multiplicarlas es la gran tarea es hora de que comencemos. El líder jamás debe considerarse elegido y capaz para construir la nueva visión. Debe ser el facilitador que conecte las ideas y visiones sociales que puedan servir de rutas para echar la nación hacia delante.
El líder presente y futuro debe ser mentor y multiplicador, debe verse como transitorio reproductor del liderazgo sobresaliente en diversas esferas políticas y sociales de la vida nacional.
Kouzes y Posner razonan que el liderazgo no es una cualidad reservada a unos pocos hombres y mujeres carismáticos. Estimula a las personas para que saquen a flote lo mejor de sí y liberen el líder que tienen dentro. En esa misma dinámica reflexiva, Mesiti acota que en un buen mentor debe ser abordable dar consejos sabios, expresar reconocimiento, corregir cuando sea necesario y disciplinar cuando sea necesario como lo hace el presidente Danilo Medina.
La sociedad necesita de reajuste y el liderazgo como parte de ella también. Desde enero del 2019 hasta el momento han cambiado muchas cosas. El liderazgo debe asimilar los cambios y proyectar los cambios futuros, sólo así podrán cumplir bien con su misión de guiar.
Los líderes son dados a cambiar de ideas, pero dejan igual su práctica de vida. Aunque tengan inteligencia conceptual, el liderazgo que demanda el presente y futuro debe ser un pensador práctico que no esté atado a un procedimiento establecido de hacer las cosas, el líder debe ver las cosas con claridad para que las cosas marchen bien. Es importante que la vida sea un proceso práctico de aprendizaje. Desde que salimos del coronavirus el mundo necesita de una vida con más convivencia. El ser humano debe aprender y practicar para vivir en armonía con su semejantes y la naturaleza. Se necesita de un liderazgo que estimulen la convivencia práctica por encima de las confrontaciones.
El líder debe hablar en el mismo idioma del receptor, ser directo y franco así las personas con presión entienden lo que el líder le dijo, sin tener que pasar horas desconfiando frases y gestos para llegar a una conclusión.
El líder post COVID-19 deberá tener mucha actitud. Los consultores políticos se han dado cuenta que los líderes tienen la información necesaria para saber lo que deben hacer, el problema está en que no hay interés ni actitud. La gente ha percibido eso y de ahí el disgusto y la indignación social. Señala Stephen R Covey, muestra aceptar la responsabilidad y ha mostrar iniciativa depende de nuestro pensamiento y actitudes.
Democrático y esperanzador
En vista de que la pandemia del coronavirus y el colapso económico se ha producido en la fase más avanzada de la democracia catalogada como estado social y democrático de desarrollo, el liderazgo del futuro deberá repensar la democracia, pero sin poner en duda su madera democrática. Un liderazgo democrático aunque esté claro de que su idea sea la más idónea busca la forma de socializar y tomar otros puntos de vista. Esa es una forma de pensar y actuar democráticamente.
El liderazgo deberá ser democracia evitando imponer su punto de vista y llegar siempre a una decisión en conjunto.
El sociólogo Manuel Castells hace una reflexión que puede servir de pauta al liderazgo político en este mundo desecho que deja la pandemia del coronavirus. Aduce que la política de transición hacia un nuevo modelo de gestión deberán optar entre reestructuración y transformación o un capitalismo que favorezca la rentabilidad del Sistema financiero o un nuevo Sistema más sostenible y redistributivo
Liderar el proceso post COVID-19 es uno de los retos más grandes que se le presenta al liderazgo en la democracia. La pandemia se propagó por todo el mundo con graves repercusiones para los países en desarrollo más que aquellos con economías avanzadas. Su estragos fueron devastadores de las economías en América Latina y el Caribe, puesto que detuvieron el proceso de inversión para el desarrollo del estado social. Como razona Razvan Vlaicu, la crisis podría desestabilizar las prácticas democráticas desde el voto y protestas hasta los derechos civiles, y, en última instancia, afectar la confianza en las propias instituciones democráticas. La población se acostumbró a los estados de emergencia ahora cuando estos se determinen, veremos cómo buscan la forma de tomar ritmo porque la ecología emocional ha sido duramente afectada.
La incertidumbre, como reflexiona Elkin Velásquez, requiere humildad, adaptarnos, colaborar. Necesitamos aprender de esta idea, volver al punto de partida y desarrollar instrumentos para revisar, proteger, y actualizar nuestro contrato social local. Salir hacia delante requiere de un liderazgo esperanzador.
El liderazgo esperanzador debe trabajar con más esmero su inteligencia emocional para que pueda vivir sus propios sueños y su propia Esperanza. Un líder deprimido no puede sacar a una población de una depresión.
El liderazgo para ser esperanzador después de la debacle económica por el COVID-19 debe practicar una reestructuración cognitiva, o dicho de otro modo, con suire Daniel Goleman, tratar de ver las cosas desde una óptica diferente.
¿Cómo podrán los pueblos encontrar liderazgo esperanzadores si los partidos no cooperan? Es la interrogante que se hacen millones y millones de personas en todos los continentes. El problema está en que como reacciona Daniel Innerarity, los partidos políticos no están cumpliendo con tres de sus funciones principales. La representación, la selección de cuadros competentes para gobernar y el reconocimiento de los ciudadanos políticos. Es una forma antigua que requiere de una reformulación. Viene en este sentido tiempos cambiantes, en que proliferaron formaciones ambiguas, la emergencia súbita, y los movimientos efímeros.
Capítulo IV- El Manejo de la Pandemia en la República Dominicana
Cuando comenzó la pandemia en la República Dominicana estaba de gobierno de turno el presidente Danilo Medina, el cual hizo un excelente trabajo junto al doctor Sánchez Cárdenas sin dejar de mencionar al héroe ex-candidato a la presidencia Gonzalo Castillo, hicieron un excelente trabajo mientras que el candidato del PRM sentado desde su casa solo sabe criticar al gobierno del PLD. El hoy presidente de la República Dominicana que todo ha sido un caos no ha sabido manejar la pandemia. Ya no se sabe la cantidad de personas que murieron por el COVID-19, todas las ayudas y los seguros médicos que había dado el presidente Danilo Medina desaparecieron y la educación fue un desastre. Las personas se están muriendo de hambre, hay un desorden en las calles con los policías dándole golpes a la gente encima de la situación en la que están viviendo.
Concluyo esta tesina dándole gracias a Dios por haberme permitido esta oportunidad y al profesor Belarminio por su esfuerzo y dedicación todas las semanas durante estos ocho meses. Es una experiencia inolvidable, he aprendido mucho de este diplomado y me servirá para toda la vida.