Mastopexia: el tratamiento para levantar los senos
Mastopexia, ¿les suena el nombre? Seguro que el de otras cirugías similares, como el aumento de senos, sí lo conocen. Pero en este caso, más que de aumentar o reducir, hablamos de un levantamiento de pecho.
Sin embargo, este procedimiento es menos conocido por su nombre… Aunque cada vez es más frecuente. Según un reciente artículo publicado en la revista médica Very Well Health, la mastopexia ha crecido un 70% en popularidad respecto al año 2000.
De hecho, según la Sociedad Americana de Cirugía Plástica Estética (ASAPS), las intervenciones estéticas corporales aumentaron un 63% en 2021 y, en concreto, aquellas relacionadas con el pecho han crecido un 48%.
Y, actualmente la mastopexia está entre los cinco tratamientos plásticos más demandados, justo debajo de la liposucción, el aumento de senos y la abdominoplastia; y por encima de la blefaroplastia.
Procedimiento único o combinable
La mastopexia, también conocida como levantamiento de senos o “breast lift”, es un procedimiento de cirugía plástica que se realiza con el objetivo de levantar y mejorar la forma de los senos caídos.
Esta cirugía es cada vez más común en mujeres que han experimentado cambios en su cuerpo debido al embarazo y la lactancia, aumentos y pérdidas de peso o flacidez y pérdida de elasticidad en la piel (“ptosis mamaria”).
La mastopexia se presenta como una solución a estos problemas. La técnica se utiliza para corregir esta flacidez, pérdida de volumen y caída de los senos. Por eso, puede realizarse junto con otros procedimientos de cirugía plástica, como la reducción o el aumento de pecho, dependiendo de las necesidades individuales de cada paciente.
“Antes de la consulta, nuestros cirujanos realizan una exploración de las mamas y un estudio mamográfico para una operación totalmente segura y controlada”, dicen desde la Clínica Vieco, un centro de medicina estética especializado, entre otros, en este procedimiento.
Cirugía hecha a medida
La mastopexia se realiza bajo anestesia general. Puede variar dependiendo de las necesidades individuales de cada paciente, pero generalmente implica la eliminación del exceso de piel y tejido mamario, así como la reubicación del pezón y la areola en una posición más alta.
“Es una parte del seno que igualmente puede verse afectada con el paso de los años”, explican desde Clínica Vieco. “Además, en el caso de que la mama haya perdido también su forma, se coloca una prótesis para que los pechos vuelvan a ser los de siempre”.
Por eso, “en pechos pequeños se recolocan las mamas y también se puede poner un implante mamario si se quiere recuperar el volumen”. Mientras que, “en senos grandes, lo habitual es que los pezones y areolas también sean grandes, por lo que durante la intervención se puede reducir estas partes para que luzcan bellos y equilibrados”.
Y “en el caso de pechos tubulares o en forma de cilindro en lugar de cónica, el tipo de intervención se hace de forma especial, ya que también se suele colocar un implante para darle a los senos esa forma cónica que te ayudará a prevenir de nuevo el descuelgue”.
Además, “para evitar que con el paso del tiempo el pecho vuelva a caer, también se reduce el tejido mamario”. De este modo, “los resultados son realmente sorprendentes, los senos recuperan su volumen y su posición en el cuerpo, reduciendo así el efecto de la gravedad o de la flacidez de la piel”.
Rápida recuperación
Como con cualquier procedimiento quirúrgico, la mastopexiaen mujeres conlleva ciertos riesgos y complicaciones, aunque son pocos comunes. Los riesgos pueden incluir infección, sangrado excesivo, cambios en la sensibilidad del pezón y la areola, asimetría mamaria y cicatrices anormales. Sin embargo, son poco frecuentes.
En cuanto al postoperatorio, “después de someterse a una mastopexia, se debe reposar durante al menos 48 horas antes de volver a la rutina. Y es normal sentir molestias o sentirse más cansada de lo habitual”.
Por ello, “se llevará un vendaje que cubrirá la zona y que será retirado al cabo de unos días. Después hay que usar un sujetador especial para que la zona se recoloque y termine de conseguir un resultado idóneo”.
La duración del postoperatorio varía según la paciente, pero de media “los puntos de la operación se retiran entre los 7-14 días y es normal que el edema producido en la intervención se alargue hasta unas 5-6 semanas”.
En definitiva, si está usted considerando someterse a una mastopexia, hable con un cirujano plástico para determinar si es una buena candidata para el procedimiento y para obtener más información sobre los beneficios y riesgos de la cirugía.
Por Nora Cifuentes