México, Honduras y Guatemala arreglan con EE.UU para dificultar trasiego de indocumentados
La vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki, informó este lunes que EE.UU. alcanzó acuerdos con México, Guatemala y Honduras, con el objetivo de aumentar el número de tropas en sus fronteras para detener la migración ilegal hacia territorio estadounidense.
En su conferencia de prensa diaria, la portavoz contó que hubo «una serie de discusiones bilaterales» con líderes de estos países, que se comprometieron «a incrementar la seguridad» en las zonas limítrofes comunes, con el objetivo de «hacer más difícil el viaje para los migrantes y hacer más difícil cruzar las fronteras».
Precisó que con México, se acordó que el país mantenga 10.000 efectivos en su frontera sur, «lo que ha resultado en el doble de interdicciones de migrantes diarias».
Guatemala, por su parte, se comprometió a desplegar 15.000 policías y militares en su frontera con Honduras, además de establecer 12 puestos de control fronterizo en la ruta que usan los migrantes.
Honduras, dijo Psaki, establecerá 7.000 policías y militares «para la contención de migrantes».
Psaki no precisó la fecha de estos acuerdos y se limitó a decir que «se alcanzaron en las últimas semanas«. No obstante, su anuncio llega después de conversaciones y viajes de funcionarios estadounidenses a la región.
Por ejemplo, la semana pasada, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, conversó vía telefónica con la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, designada por el presidente Joe Biden para coordinar los asuntos migratorios con Centroamérica, a quien le expresó que el gobierno mexicano está dispuesto a «sumar voluntades en el combate al tráfico de personas y protección de los derechos humanos, sobre todo de niñas y niños».
También, Ricardo Zúñiga, el enviado especial de la administración estadounidense para el Triángulo Norte (Honduras, El Salvador y Guatemala), estuvo en territorio guatemalteco y salvadoreño.
En Guatemala se reunió con el presidente Alejandro Giammattei; sin embargo, en El Salvador no fue recibido por el mandatario Nayib Bukele.