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Mientras en otros países eliminan los fideicomisos públicos; la delincuencia política de RD se apandilla para aprobarlos

El fideicomiso público tiene impactos tan negativos para los ciudadanos de un país pobre como los produce el sistema “offshore”, muy conocido por el actual presidente dominicano, Luis Abinader, quien apareció en la investigación periodística “Pandora Papers”, coordinada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), por sus siglas en inglés), junto Sebastián Piñera de Chile; Guillermo Lasso de Ecuador, como los tres presidentes latinoamericanos que aparecen en los Pandora Papers y 11 expresidentes de países de América Latina, una de las mayores filtraciones de documentos financieros que se haya publicado.
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Santo Domingo, RD: La figura del fideicomiso público se ha instaurado en México, Panamá, Colombia, Venezuela, Guatemala, Honduras, Perú y República Dominicana, donde hay 21. La experiencia generalizada es negativa. Por ejemplo, México, a través de sus Cámaras Legislativas ha eliminado una gran cantidad de ellos. Y es que los fideicomisos públicos encarnan el verdadero arte de desaparecer los dineros del escrutinio público. Las Cámaras legislativas se vieron en la obligación de desaparecer al menos 109 fideicomisos públicos, tras haberse robado y desaparecido del escrutinio público 835 millones de pesos sin dejar rastro que condujeran a los culpables.

Antes del proceso de exterminio de los fideicomisos públicos, en México existían 374 a nivel federal, de los que solo 19 tenían estructuras que permitían una fiscalización y seguimiento claro. Para 2017 se estableció que al menos 139 con recursos públicos fueron constituidos en instituciones financieras privadas, por lo que, dentro de esta estructura legal, es imposible fiscalizarlos porque la información está protegida por el secreto fiduciario y el principio de confidencialidad.

Estos fideicomisos públicos fueron creados por el gobierno para generar fondos de apoyo económico para diversas causas, pero esos recursos rara vez llegan a su destino, rodeados de un manto de desinformación y falta de transparencia.

En un país como la República Dominicana, donde el sector privado tienen una larga historia de delincuencia empresarial y contubernio con la delincuencia política para asaltar las arcas del estado en detrimento del desarrollo integral de la mayoría de sus ciudadanos, que sobreviven por debajo del nivel de pobreza, los fideicomisos públicos vienen como anillo al dedo, porque estas figuras legislativas serán hechas a sus medidas, en unas Cámaras donde solo impera la ley del más fuerte y la corrupción legislativa.

Así que al pueblo dominicano que no espere nada positivo de los tan mencionados en estos momentos, fideicomisos públicos en RD. Esas figuras solo vendrán a fortalecer la falta de transparencia, la no rendición de cuentas y arrebatar la conquista de la Ley de Libre Acceso a la Información Pública, todo es un engaño.

El fideicomiso público tiene impactos tan negativos para los ciudadanos de un país pobre como los produce el sistema “offshore”, muy conocido por el actual presidente dominicano, Luis Abinader, quien apareció en la investigación periodística “Pandora Papers”, coordinada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), por sus siglas en inglés), junto Sebastián Piñera de Chile; Guillermo Lasso de Ecuador, como los tres presidentes latinoamericanoss y 11 expresidentes de países de América Latina, una de las mayores filtraciones de documentos financieros que se haya publicado.

Alrededor de 12 millones de documentos, revelaron el uso de compañías “offshore” en paraísos fiscales, que dejaron al descubierto riquezas secretas, la evasión de impuestos o, en algunos casos, el lavado de dinero por parte de las personas más poderosas y adineradas del mundo. En estos archivos aparecen 35 presidentes o expresidentes, 14 de los cuales están en Latinoamérica, justamente una de las regiones con más personas viviendo bajo la línea de pobreza extrema en el mundo.

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