Mujer clama por su otra hija sonografías indica que son gemelas y solo recibió una hija

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El primer informe, con fecha del 25 de enero de 2025, proviene del Hospital Municipal Dr. Pedro Heredia Rojas, en Sabana Grande de Boyá. En él, firmado por la doctora Esmerlin de Los Ángeles, se establece la presencia de dos bebés en el útero, con parámetros biométricos diferenciados (DBP, HC, LF, CA) para cada uno, así como los pesos estimados de 412 gramos y 503 gramos.

La impresión diagnóstica concluye en que un “embarazo gemelar de 20.3 y 21.4 semanas por fotometría”.

El segundo informe, con fecha 16 de mayo de 2025, del Centro de Diagnóstico De Los Ángeles, también en Sabana Grande de Boyá y también firmado por la Dra. Esmerlin de Los Ángeles, refiere nuevamente la presencia de dos fetos.

La conclusión final del documento especifica un embarazo gemelar de F1: 34.2 semanas y F2: 34.6 semanas por biometría fetal.

Ambos fetos con pesos aproximados de 5 libras y 6 onzas, y 5 libras y 14 onzas.

El antes y después del parto

Lo que debió ser uno de los momentos más felices de su vida se convirtieron en una incertidumbre. El día del parto Gisela fue trasladada al Hospital Provincial Dr. Ángel Contreras de Monte Plata, donde también le practicaron otra sonografía de emergencia. “Me dijeron lo mismo: que eran dos bebés. Que se escuchaban bien los dos corazoncitos“. A esa sonografía, Diario Libre no tuvo acceso.

Cuando fue llevada al área de cirugía, se encontraba sola. Una amiga que la había acompañado para estar presente en un día tan importante para ella, había bajado a la cafetería y su esposo en ese momento tampoco se encontraba en el lugar.

Asegura que algunas de las doctoras bromeaban entre sí diciendo qué querían una de las bebés. En medio de esa conversación, una de las doctoras comentó que su barriga parecía demasiado pequeña para contener dos bebés.

Más adelante, la misma especialista reiteró su observación sobre el tamaño de la panza, pero Ysela le señaló que ya había tenido cinco hijos y que nunca desarrolló un vientre muy grande durante sus embarazos.

“Cuando me llevaron para la sala de parto, la doctora estaba con un relajo y una chercha. Entró una doctora y dice: Esa barriga está muy pequeña para haber dos muchachos. La otra doctora, que me iba a hacer la cirugía, le dijo que se veía pequeña, pero que hizo el ultrasonido y se escucharon muy bien los latidos de los corazoncitos de los niñas”, refirió.

Contó que sintió, alegadamente, cómo los dos bebés fueron sacados de su útero, pero sólo logró escuchar los gritos de una de las pequeñas.

“Después que me rajaron, sentí como que me entraron las manos, como que algo me movía y me arrancaron de ahí. Yo me quedé esperando los gritos de la niña. Pensé que fue una de las niñas que me sacaron, me quedé esperando los gritos. No escuché que la niña grita ni nada y trato de mirar para los lados y veo que salen dos enfermeras. Yo no sé si llevan algo en la mano, yo no pude ver nada”, afirmó.

Minutos después de que le sacaron a la bebé, Ysela afirmó que experimentó nuevamente la misma sensación, pero esta vez del lado opuesto.

“Siento lo mismo que sentí de este lado (derecho). Cuando siento lo mismo de este lado, y la niña grita, yo veo a la doctora y pregunto: ¿Por qué no gritó? ¿Dónde está mi otra niña? Y dice: Yo le dije que no hay otra. Mira tu niña ahí, mira qué linda, qué hermosa tu niña´”, explicó.

Según Carmona, los médicos le aseguraron que los estudios habían arrojado un resultado erróneo. Nunca hubo un segundo bebé, y los movimientos que había sentido se debían al líquido en su cuerpo. “Le digo búsquenme a mi niña, porque yo sentí que me la sacaron”.

Agrega: “Pero eso no tiene lógica. En todas las sonografías aparecían dos. Incluso fui a una clínica privada en dos ocasiones, y las imágenes mostraban claramente dos fetos”.

En el centro diagnóstico privado participó la misma sonografista del hospital público.

Ysela recordó los cambios que su cuerpo experimentó, los movimientos en su vientre, los latidos dobles que escuchaba en los chequeos y el dolor que le provocaba el peso del embarazo.

“Cuando tenía como cuatro meses comencé a tener dolor abajo. Aparte, muchas veces la sonografista siempre me decía que era porque había una que tenía la cabecita muy bajita aquí abajo. Entonces, por eso era que siempre me molestaba. Me daba siempre ese dolor“, enfatizó.

Esperan respuestas de las autoridades

Desde el hospital, revisaron las cámaras y fueron mostradas a su esposo, también, le aseguraron que enviaron su matriz Santo Domingo para estudios, pero hasta el momento y, tras recibir el alta médica, asegura no haber recibido una explicación clara de la situación.

“Que hagan lo que tengan que hacer, que me den una respuesta clara. Quizás ellos dirán que nada más vino una, pero yo estoy segura que no, que no era una. Estoy segura que eran dos”, aseveró.

Aseguró que no ha presentado una denuncia formal, pero en los próximos días procederá legalmente.

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