No dispuestos a esperar, los países más pobres buscan sus propias vacunas
NUEVA DELHI (AP) – Con los casos de coronavirus aún en aumento, Honduras se cansó de esperar a recibir vacunas a través de un programa de las Naciones Unidas, por lo que el pequeño país centroamericano se lanzó por su cuenta, asegurando las vacunas a través de un trato privado. Honduras “no puede esperar a procesos burocráticos o decisiones equivocadas” para dar a los ciudadanos “la tranquilidad” que ofrece la vacuna COVID-19, dijo Juan Carlos Sikaffy, presidente del Consejo Empresarial Privado Hondureño, que ayudó a completar la compra al proporcionar un banco garantía.
Otras naciones también se están impacientando. A diferencia de los brotes de enfermedades anteriores, donde los países menos ricos generalmente han esperado a que las Naciones Unidas y otras organizaciones entreguen las vacunas, muchos ahora están tomando el asunto en sus propias manos.
Los expertos están cada vez más preocupados de que estos esfuerzos independientes puedan socavar un programa respaldado por la ONU para llevar vacunas de COVID-19 a las personas más necesitadas en todo el mundo.
Países como Serbia, Bangladesh y México comenzaron recientemente a vacunar a los ciudadanos a través de donaciones o acuerdos comerciales, un enfoque que podría dejar incluso menos vacunas para el programa conocido como COVAX, ya que los países ricos ya han acaparado la mayor parte del suministro de este año.
Liderada por la Organización Mundial de la Salud, una coalición para la preparación para epidemias conocida como CEPI y una alianza de vacunas llamada GAVI, COVAX se creó para distribuir las vacunas COVID-19 de manera justa. Los países pueden unirse para comprar vacunas o para recibir vacunas donadas.
Mustaqeem De Gama, diplomático de la misión sudafricana en Ginebra, citó “un nivel de desesperación” alimentado por la propagación de variantes del virus y “la incertidumbre de cuándo podría llegar alguna vacuna COVAX”. Dudó que los países que se inscribieron en COVAX “obtendrán incluso el 10% de lo que requieren”. Incluso si el esfuerzo tiene éxito, el objetivo declarado de COVAX es vacunar a menos del 30% de las personas en los países pobres, lo que significa que los gobiernos deben buscar otras fuentes para obtener suficientes vacunas para lograr la inmunidad colectiva.