Olas de calor pueden exacerbar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y mentales
¡Oficialmente el verano llegó! Con el solsticio de junio, los residentes en el hemisferio norte le dan la bienvenida al período estival y con él, altas temperaturas, calor abrasador y humedad en el ambiente.
El exceso de calor propio del verano activa el transporte masivo de sangre a la periferia para facilitar el enfriamiento del cuerpo, ocasionando una sobrecarga del sistema cardiovascular. La sudoración excesiva, que puede llegar a dos litros por hora, ocasiona la pérdida masiva de líquidos y electrolitos.
«Las olas de calor matan, principalmente a las personas en riesgo, tales como enfermos agudos y crónicos que toman medicación, aquellos que realizan actividades al aire libre como ser deportistas, trabajadores, niños, ancianos y los que fueron olvidados en vehículos, a la intemperie y en zonas de más calor«, aseguró Ciro Ugarte, director del Departamento de Emergencias en Salud de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
En un video informativo colgado en la web de la entidad, Ugarte destacó que desde el año 2016 se vienen registrando olas de calor cada vez «más largas y más intensas».
La exposición prolongada al calor produce, además, dolor de cabeza, mareos, náuseas y vómitos, problemas para respirar, debilidad y ritmo cardiaco acelerado.
La OPS señala que, cuando la temperatura del cuerpo aumenta por arriba de los 39 °C, la persona afectada presenta alteraciones de sistema nervioso central, tales como estupor, confusión o coma. Frecuentemente se observa piel caliente y seca, náuseas, hipotensión y taquicardia.
Asimismo, permanecer por mucho tiempo en un ambiente caluroso aumenta la incidencia de edemas (acumulación de líquido), síncope (desmayos) y aparición de calambres musculares, así como deshidratación severa, accidentes cerebrovasculares y otros eventos relacionados con la coagulación sanguínea.
Si no se administra tratamiento y la condición empeora, puede entrar en coma, presentar fallo orgánico múltiple y morir. La mayoría de los decesos, según el organismo, se deben a un agravamiento de patologías cardiopulmonares, renales o psiquiátricas.
Calor y mal humor
Diario Libre conversó con el psicólogo Josly Willmore, quien explicó que la sensación de calor hace que las personas se tornen más intolerantes y sensibles, afectando las buenas relaciones humanas, la capacidad de trabajo y de concentración.
- «Cuando nos vemos frente a estas altas horas de calor, las personas suelen estar más sensibles, son más intolerantes, a veces se ve muy afectada la parte de la irritabilidad, son más agresivos y eso los lleva a chocar mucho con las demás personas», afirmó el terapeuta.
Willmore destacó que el aumento de la luz solar y el calor eleva los niveles de serotonina y provoca cambios de humor, agresividad e irritabilidad.
«De las áreas que se ven más afectadas, tiene que ver con la serotonina, que es ese neurotransmisor que de cierto modo regula el estado de ánimo, la ansiedad, la depresión, influyendo en el comportamiento de las personas», detalló.
«Vemos a diario las discusiones en el tráfico, personas que cualquier roce reaccionan de una manera agresiva», agregó.
El terapeuta recomendó utilizar ropa ligera, evitar la exposición al sol si no es necesaria e hidratarse sin esperar a sentir sed.
Para poder contrarrestar la indisposición e incomodidad que provoca el calor intenso, Willmore instó a psicoeducarse con relación al manejo de las emociones y la inteligencia emocional para aprender a controlar los impulsos propios y comprender mejor a alguien que esté pasando por un descontrol.
«Esto ayudará, de cierto modo, a dejar pasar algunas cosas y ser tolerante», afirmó.
Asimismo, el psicólogo comentó que el calor afecta el poder de concentración tanto en estudiantes como en trabajadores.
«Normalmente, las personas quieren terminar rápido y quizás no prestan la atención o dedicación a lo que están haciendo porque quieren terminar para salir de ahí, además, que no todo el mundo tiene acceso a un aire acondicionado», acotó.