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Pablo Ozuna es futuro inmortal que nunca pensó en números

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SAN PEDRO DE MACORÍS.- Para Pablo Ozuna, jugar béisbol fue la manera de hacer algo que siempre le gustó y le divertía. Con el privilegio de recibir paga por ello.

“Nunca pensé en números. Jugué béisbol porque me gusta”, manifestó Ozuna en una reciente conversación, por medio a la cuenta de Instagram @estrellasbbc, del equipo del mismo nombre y con el director de prensa de éste, Osvaldo Rodríguez Suncar.

El popular exjugador de las Estrellas refirió que la única vez en su carrera en la cual estuvo en su mente el alcanzar una meta fruto de las estadísticas fue cuando lideró la Liga Dominicana en promedio de bateo (.390), en la temporada 2008-2009, cuando vistió el uniforme de las Estrellas.

El nativo de Boca Chica señaló que en esa temporada local se dijo a si mismo que no volvería a ser segundo en la carrera por el liderato de bateo del circuito, como dijo lo había sido antes.

Ozuna manifestó que otra ocasión en la cual pensó mucho en probar sus habilidades, con buenos registros, fue en la temporada del 2011-2012, cuando militó con tres equipos: Estrellas (4 juegos), Tigres del Licey ( 2 juegos), Leones del Escogido (17 juegos en la Serie Regular, camino a un espectacular Round Robin o Serie Semifinal).

El antiguo  intermedista (principalmente) y jardinero, comentó que en esa campaña mencionada quería demostrar que todavía quedaba mucho Pablo Ozuna y que por no jugar en el verano se concentró en prepararse bien para la temporada de otoño-invierno en el país.

No obstante, Ozuna fue dejado libre por las Estrellas, reclutado como agente libre por el Licey, equipo que lo prestó al Escogido, equipo del cual manifestó fue un ardiente fanático en su época de niño y adolescente, por lo cual, eso constituyó una motivación extra.

Con los Leones, Ozuna bateó .371 y remolcó 11 carreras, en 17 juegos de las Serie Regular. En el Round Robin bateó .322, con 7 carreras empujadas y 9 anotadas, en 15 desafíos, camino a la Serie Final, en la cual el Escogido se coronó campeón, pese a que al fino bateador derecho (.299 de promedio en su carrera local) no le fue bien en esa última parte del torneo.(de 22-3, para promedio de .167).

Para Ozuna fue una gran satisfacción ser campeón por primera y única vez en la Liga Dominicana, con el Escogido; aunque recalcó que fue algo que siempre añoró y no pudo lograr con las Estrellas.

Asimismo, enfatizó en que disfrutó mucho cuando vio por televisión a las Estrellas ganar el campeonato en la temporada 2018-2019.

También aseguró que le produjo una gran emoción cuando fue parte del equipo de los Medias Blancas de Chicago que ganó la Serie Mundial de 2005, en las Grandes Ligas, con el venezolano Ozzie Guillén como manager.

Sobre Guillén sostuvo que está agradecido porque éste le dio la oportunidad de jugar en varias posiciones con los Medias Blancas, después que le manifestó a él (Guillén) le gustaba su estilo de juego y que buscaría la manera de ponerlo en acción en los partidos.

Ese año de 2005, Ozuna participó en 70 juegos con los Chicago White Sox, en diferentes posiciones: las cuatro del cuadro interior, en los jardines y como bateador designado.

Al año siguiente tuvo su mayor cantidad de juegos (79) en una temporada regular en las Grandes Ligas, nivel en el cual estuvo hasta 2008, cuando vistió el uniforme de los Dodgers de Los Ángeles.

Respecto a si sus números  le hacen acreedor de ingresar al Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano, Ozuna reiteró que nunca pensó en poner números durante su carrera y que corresponde a otros evaluar si por ellos merece recibir el que considera sería un gran honor.

El antiguo capitán de las Estrellas sumó a su promedio de bateo de .299, un total de 482 imparables, con 170 carreras empujadas y 225 anotadas. Ganó un título de bateo con el quinto promedio más alto para un jugador dominicano (séptimo incluyendo importados) y se robó 86 bases (noveno de todos los tiempos), con dos lideratos en la especialidad (20 y 24).

Sorprendido cuando supo que su promedio de bateo en la Liga Dominicana había sido el mismo del inmortal del béisbol local Miguel Diloné, solo atinó a exclamar “¡Ese si es verdad que fue una estrella!”.

Y los números de Ozuna, aseguran que él también lo fue. Tanto como para señalarlo como un futuro miembro del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano, ahora que ya cumplió en agosto pasado los 45 años de edad reglamentarios para merecer la distinción, después de cinco años de haberse retirado.

El tiempo dirá cuándo, porque sus números ya lo hicieron.

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