Pandillero que testifica contra trinitarios enjuiciados por homicidio de Junior dice que le aplicaron el Código 357 y podría ser asesinado
NUEVA YORK._ El pandillero de Los Trinitarios Kevin Álvarez, que esta semana está testificando contra cinco de sus compañeros de ganga, en el juicio que se les sigue en la Corte Suprema Estatal de El Bronx, por el asesinato del estudiante dominicano Lesandro Guzmán Feliz (Junior), dijo que la pandilla le aplicó el Código 357, por lo que podría ser asesinado, al etiquetarlo como un traidor y delator.
Álvarez, que llegó a un acuerdo con los fiscales, para incriminar al quinteto de Elvin García, Rodríguez Hernández Santiago, José Muñiz, Manuel Rivera y Jonaki Martínez Estrella, a quienes se señala como los que apuñalaron a Junior, luego de ser arrastrado desde el interior de una bodega, donde trató de refugiarse para no ser asesinado.
Uno de los que arrastró a Junior, fue Álvarez, quien sollozando ante el jurado, admitió su participación en el brutal asesinato, señalando a los cinco a quienes llamó por sus nombres y apellidos originales y sus sobrenombres en claves de la pandilla.
Según informaciones de varios medios locales, no confirmadas todavía por la oficina de la fiscal de El Bronx, Darcel Clark, Álvarez, habría el acuerdo para recibir una sentencia leve por el cargo de conspiración.
“Sé que estoy en mucho riesgo al testificar contra ellos y que podrían aplicarme el Código 357, con el que me van a señalar como traidor, chivato y violar las reglas de la pandilla”, dijo Álvarez.
El pandillero sacudió a los presentes en el juicio cuando, uno a uno, fue identificando a los cinco acusados de ser los responsables de apuñalar mortalmente a Junior con cuchillos y machetes.
Aunque aseguró que usó el vehículo de su madre que manejaba, para bloquear a sus compañeros y permitir que Junior se salvara, ese testimonio ha sido puesto en duda por los familiares de la víctima y amigos.
«Él dice que él no sabía qué iban a hacer con Junior. Él pensaba que era un miembro de la ganga Los Trinitarios. Él pensaba que era una paliza o eran golpes que le iban a dar. Él dice que él no sabía que lo iban a asesinar», dijo Sira Batista, una de las más cercanas amigas de la madre de Junior.
Pero la fiscalía al parecer cree la versión de Álvarez, ya que hasta ahora, parte del testimonio de Álvarez se ha enfocado en identificar a los demás acusados en fotografías tomadas antes del asesinato de Junior, el 20 de junio del año pasado.
Álvarez, se declaró culpable de homicidio involuntario y conspiración y podría quedar en libertad siempre que continúe colaborando con las autoridades y no mienta en sus testimonios.
Christopher Carrión, un analista de justicia penal, si el pandillero coopera y su testimonio es la verdad y él testifica en los dos juicios, podría irse a su casa como un hombre libre.
Pero Álvarez aseguró que ha sido declarado 357, un código interno de la pandilla usado para señalar a ex miembros que rompen las reglas o entregan información a la policía.
Álvarez, dijo que la pandilla no descansa hasta matar a los que consideran traidores.
Ayer jueves continuó el juicio y correspondió a los abogados de la defensa interrogar a Álvarez, que ha estado bajo protección extraordinaria desde que firmó el acuerdo con los fiscales.