¿Por qué no se come carne el Viernes Santo?
En ningún pasaje de la Biblia se alude directamente a esta prohibición, pero debido a que en Semana Santa, que comienza el domingo de Ramos y culmina el domingo de Resurrección, se celebra la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús, se instauró una tradición que simula la honra a la penitencia del hijo de Dios, que pasó 40 días en el desierto en ayuno. Se la interpreta como una jornada de penitencia, una vía para unificar un ritual. Comer o no comer carne es una decisión individual, que no representa en sí un pecado. El consejo de la iglesia es la abstinencia.
No comer carne roja o blanca sería, bajo los preceptos cristianos, un acto de purificación que representa el sacrificio de Cristo, un homenaje a su gesta de haber ayunado durante cuarenta días antes de los hechos que desencadenaron en su resurrección. La carne quedo seleccionada por su carácter suntuoso y hay quienes la asocian a la lujuria.
El Viernes Santo, la iglesia recuerda la crucifixión y muerte de Jesús de Nazaret
El Viernes Santo, es el segundo día del triduo pascual, en que la Iglesia se centra en la meditación y contemplación de Cristo, que sube a la cruz.
Este día, no hay Eucaristía, y la celebración de los oficios es muy especial. Comienza con una liturgia de la Palabra, donde el protagonismo lo tiene la proclamación y meditación de la Pasión según San Juan (el Domingo de Ramos habremos oído la Pasión según San Marcos).
Se considera un día de penitencia, debido a que se recuerda el día en que a Jesús se acusó de blasfemo frente a Poncio Pilatos, la máxima autoridad romana. Durante esa jornada, Jesús queda preso y se producen los interrogatorios de Caifás -el sumo sacerdote judío- y del gobernador romano. Son los pasos de la flagelación, la coronación de espinas, el Vía Crucis, la crucifixión y sepultura de Jesús.
Ese día se realiza en todo el mundo el Vía Crucis, que emula el camino de Jesús hacia la cruz, luego de se le condenara a morir en el juicio del Sanedrín. Durante este evento se realizan diferentes paradas para recordar el sufrimiento de Jesús. Esto incluye sus tres caídas, el encuentro con María, el despojo de sus vestiduras, el momento en que fue clavado en la cruz, y su muerte.