Porqué el debate vicepresidencial 2020 es más importante que la mayoría?
El miércoles por la noche podría dar lugar a otro: el único debate vicepresidencial programado entre Mike Pence y Kamala Harris podría ser un obstáculo.
¿Por qué? Porque los votantes finalmente pueden llegar a ver a la verdadera Kamala Harris, quien ha evitado tomar una posición sobre temas críticos y, como Joe Biden, se ha negado rutinariamente a responder preguntas en la campaña electoral. El desempeño del senador de California bien podría impactar la trayectoria de la carrera.
El debate de la vicepresidencia, normalmente una fiesta de snoozefest, es muy importante porque Biden cumplirá 78 años el próximo mes y en ocasiones ha parecido incoherente y confuso. Muchos dudan de su capacidad para servir cuatro años completos, mucho menos ocho. Eso pone la presión sobre Harris, quien podría convertirse en presidente si Biden gana y se ve obligado a retirarse.
El enfrentamiento entre vicepresidente probablemente también será un ensayo general para 2024. Gane o pierda el 3 de noviembre, Harris será casi con certeza un candidato presidencial demócrata dentro de cuatro años; Mike Pence bien podría encabezar la lista republicana.
Dado lo que está en juego, la moderadora Susan Page de USA Today debe exigir absolutamente que Harris sea sincero con los votantes estadounidenses. Conocemos a Pence; no conocemos a Harris.
Por ejemplo, tanto Harris como Biden se han negado a decir si están a favor de llenar la Corte Suprema y abolir el Colegio Electoral. Esto es inaceptable.
Estas controvertidas ambiciones de la izquierda cambiarían fundamentalmente la forma en que funciona nuestra democracia y cuál será el futuro de nuestra nación; los votantes merecen saber cuál es la posición de los candidatos.
Grover Norquist: lo que está en juego Trump-Biden en 2020: los ahorros de su vida
El debate de VP rara vez es un boleto caliente. En 2016, mientras el primer debate entre Trump y la exsecretaria de Estado Lady Hillary Clinton atrajo a un récord de 84 millones de espectadores, solo 37 millones de personas se molestaron en ver a los candidatos a vicepresidente Mike Pence, entonces gobernador de Indiana, y el demócrata Tim Kaine, senador de Virginia.
De hecho, el único debate de vicepresidente que llamó la atención de la nación fue el encuentro de 2008 entre Joe Biden, que se presentaba junto a Barack Obama, y la gobernadora de Alaska Sarah Palin, cuando se sintonizaron 70 millones de estadounidenses.
Palin condujo a la audiencia. Ella era nueva y no había sido probada, y en ocasiones era controvertida.
Pero la verdadera razón del interés en ese debate fue que los medios de comunicación habían alarmado a la nación sobre la salud de McCain, de 72 años.
El New York Times y otros medios liberales publicaron numerosos artículos que insinuaban oscuramente que los varios episodios de melanoma de McCain podrían matarlo. Ellos estaban equivocados. El senador de Arizona murió 10 años después de glioblastoma, una forma de cáncer cerebral.
