Presidencia de Danilo Medina recluta el 95% de los periodistas y medios comunicación de la provincia Dajabón
Dajabón. – El presidente de la República, Danilo Medina Sánchez, ha reclutado más del 95% de los periodistas y medios de comunicación de la provincia Dajabón, con el objetivo de proteger la filtración de informaciones que puedan dañar la imagen de su gestión.
Un ejemplo del reclutamiento de la prensa en Dajabón por parte del mandatario Medina Sánchez son los siguientes productores de programas de televisión y radio que cobran del Gobierno altas sumas de dinero: Encuentro semanal que conduce Solana María Tejeda Pérez quien devenga ingresos de RD$118,000.00, José Ramón Medina López de Global Noticias RD$147,500.00, Hablando Claro con Alfonso María Acevedo cobra RD$348,100.00, Carlos Manuel Bueno de Impacto TV quien recibe RD$165,200.00, La Mañana Callejera de Anyi Díaz Reyes con RD$59,000.00, La Voz de Dajabón que conduce el comunicador Lorenzo Salvador Díaz y recibe más de RD$342,200.00, La Voz de Todos con Isaías Miguel Ángel Abreu devengando RD$147,500.00, Gilberto Reynoso Ortiz de Los Hechos en Calor con RD$59,000.00 y Noticiario Fronterizo de Antonio Rosario Pérez el cual recibe unos RD$194,700.00.
Otros de los periodistas que componen el paquete de comunicadores reclutados por el gobernante Medina son Aleyda Peña Jiménez del programa radial La Kalle 96.3 FM quien devenga un salario de RD$147, 500.00 y Miledy Lima Durán de Montecristi Cable Visión con RD$59,000.00.
Los espacios televisivos y radiales antes mencionados y otros más, forman un total de más de 24 que obtienen grandes sumas de dinero proveniente del Estado dominicano, a cambio de dar seguimiento a la gestión del estadista Danilo Medina y ocultar el mal desempeño que ha tenido el Ejecutivo en toda la Línea Noroeste. La mayoría de de los periodistas y comunicadores de Dajabón han sido reclutados para el bocinaje del Gobierno de Medina Sánchez al igual como ha pasado en todo el país, estos se prestan para abultar la nómina de la Presidencia por el simple hecho de tapar los actos de corrupción y apoyar la impunidad, convirtiéndose así en sordos, ciegos y mudos ante cualquier situación.