PRM recibiría una considerable factura política debido al efecto de la reforma fiscal en RD
Santo Domingo, RD: La reforma fiscal que el gobierno presentó la semana pasada ante el Congreso ya provocó las primeras manifestaciones y cuenta con un rechazo casi universal de los sectores sociales y económicos. Por ende, su aprobación representaría un considerable costo político para el oficialista Partido Revolucionario Moderno (PRM) y para el presidente Luis Abinader. Según un reportaje publicado este martes por el periódico dominicano, El Caribe.
Hasta ahora, el partido gubernamental ha tenido que impulsar el proyecto de reforma fiscal de forma autónoma y, si lo ratifica a pesar de las críticas de la mayoría en el Congreso, el gasto político que tenga que asumir también será de manera autónoma.
El plan de reforma tiene como objetivo obtener más de 120 mil millones de pesos para el presupuesto de 2025.
Los primeros cacerolazos se escucharon en las zonas de clase alta y media de la capital la noche del domingo, y en las redes sociales se propaga la invitación a repetir las manifestaciones todas las noches del mes de octubre.
Por otro lado, las entidades sociales de San Francisco de Macorís realizaron un llamado a huelga de paralización para los días 28 y 29 de este mes, en un gesto de rechazo a la reforma tributaria que el Gobierno presentó la semana anterior.
Por otro lado, los partidos políticos opositores han manifestado un fuerte rechazo al proyecto de reforma fiscal propuesto por el Gobierno.
Economistas como Andy Dauhajre y Antonio Ciriaco, decano de Economía de la UASD, han alertado acerca de las consecuencias adversas de la reforma si se adopta tal y como ha sido enviada.
Por otro lado, sectores como la edificación, la vivienda, la industria del Ron, las áreas francas y el turismo han alertado sobre las consecuencias adversas de las acciones fiscales que el Gobierno busca aprobar. Asimismo, han manifestado inquietud por la imposición de gravar en un 18% los productos y servicios de uso masivo.
Conversa Finjus
La Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus) manifestó su inquietud de que una reforma fiscal de la magnitud que ha propuesto el Gobierno no haya estado precedida de conversaciones con los distintos sectores «con la finalidad de buscar, aunque no sea unanimidad, al menos acuerdos fundamentales, sin que esto implique cuestionar la facultad del Estado de actuar con una perspectiva global de la economía y la sociedad y no solo en base a uno u otro sector específico».
«Aún existe tiempo para iniciar el diálogo con el objetivo de, primero, disminuir el nivel de incertidumbre generado en todos los ámbitos de la vida nacional, y, segundo, encontrar puntos de equilibrio que conduzcan a una auténtica reforma fiscal integral y no simplemente a una reforma fiscal», manifestó.
Afirmó que existe inquietud por la presentación simultánea del Gobierno de tres reformas esenciales -constitucional, fiscal y laboral-, lo que también genera incertidumbre debido a que son reformas vitales que demandan análisis ponderados y la búsqueda de acuerdo mutuo.
Luego de reconocer la estabilidad política y económica que ha caracterizado al país durante varias décadas, afirmó que la transformación que el país requiere no puede alcanzarse desmantelando de un solo golpe el sistema fiscal.
«Este objetivo no se alcanza, no obstante, desmantelando simultáneamente todos los sistemas fiscales que han servido de base al desarrollo económico.» Aunque la República Dominicana no puede postergar la búsqueda de respuestas al problema fiscal, no nos hallamos en una circunstancia de crisis severa que requiera modificar drásticamente los fundamentos en los que ha reposado el crecimiento económico», señala la organización.
Añade que la reforma tributaria no puede centrarse en aumentar los impuestos a todos los sectores sociales sin un esfuerzo por disminuir el desembolso público.
Separación con la clase media
Antonio Ciriaco, profesor de Economía de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), ha argumentado que se puede inferir que cerca del 78% de la carga tributaria recaerá en los sectores de clase media, quienes serán impactados por diversas medidas y disposiciones incluidas en el proyecto de reforma fiscal, como los impuestos a las compras en línea.
Si ese proyecto se materializara de algún modo, implicaría una desintegración del PRM con la clase media, que ha sido el pilar electoral de dicha organización y que lo respaldó en las manifestaciones que lo ascendieron al poder en 2020 y mantuvo la lealtad del voto en elecciones anteriores.
El gobierno del PRM ha enfrentado el prejuicio de ser el representante de la clase económica más desfavorecida, lo que ha corroborado la denominación de «gobierno de popis».
La administración del PRM acumula otras obligaciones con los grupos de clase media que se han señalado con reclamos como la despenalización del aborto en el Código Penal, un compromiso que no ha sido respetado.
En realidad, el sonido del cacerolaza se registró la noche del domingo en la capital, en los barrios reconocidos como de clase media y alta del Distrito.