Psicólogo Henry Montero llama a emular ejemplo de senador Omar Fernández en apoyo al autismo en R.D
NUEVA YORK._ El eminente psicólogo dominicano Henry Montero Tapia, especialista en salud mental y comportamiento organizacional, llamó a emular el ejemplo del senador por el Distrito Nacional de Fuerza del Pueblo (FP), Omar Fernández en su apoyo y dedicación al autismo en la República Dominicana.
El psicólogo dijo que el respaldo del legislador a la noble causa en un gesto que demuestra empatía y compromiso con la salud mental y el bienestar de las familias.
“Omar Fernández, senador del partido Fuerza del Pueblo, destinó el dinero de su barrilito de septiembre para apoyar a cinco niños con autismo. Esta valiosa contribución se enfoca en la educación y tratamiento de estos niños, un esfuerzo que reconoce la importancia de abordar las necesidades especiales de quienes padecen este trastorno del neuro desarrollo”, añadió Montero Tapia.
Declaró que la iniciativa de Fernández no solo ayuda directamente a los niños y sus familias, sino que también abre la conversación sobre la urgencia de seguir concienciando sobre el autismo y mejorar los sistemas de apoyo a la salud mental en el país.
“El trastorno del espectro autista (TEA) es una condición del neurodesarrollo que afecta principalmente la comunicación y la interacción social de las personas. Los niños con autismo suelen experimentar dificultades para comprender las señales sociales y emocionales, y pueden tener comportamientos repetitivos o intereses limitados”, explicó el especialista.
“Estas características, aunque diversas en su manifestación, pueden hacer que los niños con autismo enfrenten barreras significativas en su desarrollo académico y social”, subrayó.
Montero Tapia señala que el impacto del autismo no solo se refleja en la vida del niño que lo padece, sino también en su familia. “Los padres y cuidadores a menudo se ven en la necesidad de buscar tratamientos costosos, terapias especializadas y apoyo educativo, lo que puede generar una presión financiera considerable. Además, el estrés emocional derivado de cuidar a un niño con necesidades especiales es un factor que afecta tanto la dinámica familiar como el bienestar psicológico de sus miembros”.
Indicó que iniciativas como la de Omar Fernández subrayan la importancia de promover la capacitación y especialización en el cuidado de niños con autismo y otros trastornos del aprendizaje.
“En muchos casos, el acceso a terapias especializadas, como la terapia del habla, terapia ocupacional y programas educativos adaptados, es limitado, dejando a las familias con pocas opciones para el desarrollo óptimo de sus hijos. La falta de profesionales capacitados en estas áreas resalta una brecha que el sistema de salud y educación debe llenar con urgencia”, añadió.
Expuso el especialista que el desarrollo de programas de formación especializada para educadores y terapeutas infantiles es clave para garantizar que los niños con autismo reciban el apoyo que necesitan desde una etapa temprana. “Además, es crucial fortalecer las políticas públicas para que los servicios de salud mental sean accesibles para todas las familias, independientemente de su capacidad económica”, declaró.
Informó que el costo del tratamiento para un niño con autismo puede ser abrumador, desde las evaluaciones diagnósticas hasta las terapias continuas y las intervenciones educativas, el gasto acumulado afecta de manera directa a las familias.
“En muchos casos, uno de los padres debe reducir o abandonar su jornada laboral para atender las necesidades del niño, lo que limita los ingresos familiares y genera una mayor dependencia de los recursos estatales o privados”, reveló el psicólogo.
“En el ámbito social, la falta de intervención temprana y adecuada puede llevar a que los niños con autismo enfrenten desafíos a largo plazo, limitando su autonomía e inserción laboral en la edad adulta. Esto no solo afecta la calidad de vida del individuo, sino que también representa un costo para la sociedad, ya que se incrementan las demandas en los sistemas de salud y asistencia social”, detalló.
Sostiene que el apoyo a los niños con autismo debe ser integral y basado en un enfoque multidisciplinario que involucre a profesionales de la salud, educadores y la familia. Las intervenciones tempranas, como la terapia del lenguaje y las terapias conductuales, han demostrado ser efectivas para mejorar la comunicación y el comportamiento social en los niños con autismo.
“Además, es fundamental que las escuelas estén equipadas con recursos y personal capacitado para adaptar los programas educativos a las necesidades de estos niños”, puntualiza el especialista.
“La inclusión de tecnologías de apoyo y herramientas digitales también puede ser una solución para mejorar el aprendizaje y la comunicación de los niños con autismo. Sin embargo, estas herramientas deben estar acompañadas de un entorno de apoyo que garantice su efectividad”, añadió Montero Tapia.
“Omar Fernández ha demostrado, con su acción, que es posible transformar los recursos disponibles en un beneficio directo para los ciudadanos más vulnerables. Su iniciativa no solo refleja un reconocimiento empático del problema de la salud mental y el autismo, sino también una clara comprensión de las limitaciones que el Estado enfrenta para abordar estos desafíos. A través de propuestas edificantes como esta, Fernández continúa brindando conciencia y esperanza a las familias que necesitan apoyo”, elogió.
Calificó de alentador ver a figuras públicas como Omar Fernández tomando medidas para mejorar la vida de los niños con autismo y sus familias. “Es un recordatorio de que, con empatía y voluntad política, se pueden crear cambios significativos en la sociedad. Ojalá veamos más iniciativas como esta, que buscan el bienestar directo de los ciudadanos y promueven una mejor calidad de vida para todos”.
Dijo que la iniciativa es un llamado a la acción para que más líderes y profesionales se involucren en apoyar a las familias afectadas por el autismo, promoviendo un futuro más inclusivo y accesible para todos.