Robar textos y fotos de los chats puede costar US$250,000 y cárcel
Wallingford, CT: La irrupción del internet convirtió al mundo en una pequeña aldea. Ha sido la herramienta más poderosa jamás vista en la historia de la humanidad. Es tan poderosa que arrodilló a los grandes periódicos impresos del mundo y empoderó tanto al ciudadano de a pie, que con un simple celular en sus manos, puede hacer un reportaje en vivo, que los grandes medios tendrán que llamarlo pidiéndole permiso para usarlo.
Esto ha permitido toda una explosión de opciones, desde redes sociales como Instagram, Facebook, Twitter y WhatsApp, especialmente esta última, cuyos chats se han popularizado bastante y son muy usados por los periódicos electrónicos para interactuar con personas que pueden compartir sus contenidos en otros grupos, con amigos y familiares, en fin, se crea una dinámica extraordinaria en las redes sociales y miembros de esa comunidad. Esa dinámica de reenviar contenidos, es maravillosa y empodera a los participantes empujándolos a una especie de competencia de quién lo dijo primero. Todo eso está libre de las ataduras de los derechos de autor y no hay ningún problema.
Los que deben ser cuidadosos son los periodistas, los periódicos y los directores de esos medios, porque los contenidos que se suben en estos chats, es posible que estén protegidos con “derechos de autor” (Copyright), que sí sanciona a los medios o periodistas que los usan y los plagian. Muchas veces creen que por el simple hecho de citar la fuente, no están violando esa ley. No hay nada más falso que eso.
“Las consecuencias pasan desde el pago de US$ 250, 000, hasta encarcelamiento de cinco años”
La violación del derecho de autor es el acto de usar, sin permiso o autoridad legal, uno o más contenidos exclusivos, otorgados al propietario de los derechos de autor en virtud de la sección 106 de la Ley de Derechos de Autor (Título 17 del Código de los Estados Unidos).
Estos derechos incluyen el derecho de reproducir o distribuir una obra protegida por derechos de autor. En el contexto de intercambio de archivos, descargar o cargar partes sustanciales de un trabajo protegido por derechos de autor sin autorización, constituye un delito civil y penal, que puede ser perseguido internacionalmente.
Las Leyes estatales y federales aplicables deben ser respetadas por todos. La Ley Federal de Enmienda al Abuso de Computadoras de 1994, la Ley Federal de Privacidad de las Comunicaciones Electrónicas y la Ley de Derechos de Autor de los Estados Unidos, son fundamentales en el tema que nos ocupa.
Bajo estos argumentos, se puede acusar a cualquier infractor mediante el código civil sobre derechos de autor, que puede recibir una condena fijada en la escala de $US 750 hasta US$30, 000, por cada trabajo o producto plagiado, dejando a discreción del tribunal el pago de los costos de honorarios de abogados. Cuando la infracción es internacional, el tribunal puede fijar hasta US$150, 000 por cada uno de los textos o fotos plagiadas. Si necesitan ampliar con mayores detalles estos aspectos, vaya al capítulo 17 del código de EEUU, secciones 504 y 505.
Cuando la infracción a los derechos de autor es internacional, se puede agregar sanciones penales que implican encarcelamiento de hasta cinco años y multas de hasta US$250, 000 por cada delito. Si necesitan comprobar estos aspectos, visite la página web de Derechos de Autor de EE.UU. www.copyright.gov
Así que mucho cuidado, especialmente a los periodistas y directores de medios, no importa el país donde se encuentren, las leyes estadounidenses los alcanza donde quiera. Repito, esta ley no afecta a los contenidos compartidos por los miembros de grupos de WhatsApp, sino a los “vivos”, que cogen esos contenidos de ahí y los publican en sus periódicos como suyos, para luego hacer negocios.