¿Se acerca el fin del Cambio Climático y el lenguaje inclusivo?
Nueva York: El cambio climático y el lenguaje inclusivo son dos temas que han sido abordados desde perspectivas muy diferentes en los gobiernos de Trump, tanto en su primer mandato (2017-2021) como en su retorno en 2024.
Durante su administración, Trump adoptó posturas que no priorizan la lucha contra el cambio climático, y más bien promueve políticas que favorecen la industria de los combustibles fósiles y se retiró del Acuerdo de París, una de las iniciativas más importantes a nivel global para combatir el “calentamiento global”.
En cuanto al lenguaje inclusivo, Trump y muchos de sus aliados políticos han mostrado resistencia a su adopción, considerando que representa un exceso de corrección política.
En contraste, los sectores progresistas lo han promovido como una herramienta para visibilizar y respetar la diversidad de identidades y géneros en la sociedad.
No hay razón para dudar que Trump en su regreso a la Casa Blanca, no continúe con una agenda similar a la de su primer mandato, en la que el cambio climático fue minimizado y las políticas sobre el lenguaje inclusivo no fueron una prioridad.
El rechazo al lenguaje inclusivo en EE.UU. por parte de los conservadores forma parte de una disputa más amplia sobre el cambio social, el control cultural y el papel del lenguaje en la definición de la identidad y consideran estas iniciativas como una amenaza a la libertad personal y la tradición, incluso, fue un tema central en las pasadas campañas electorales en las que el electorado votó masivamente para la erradicación de ese lenguaje, a pesar de que una minoría lo ven como una oportunidad para crear una sociedad más inclusiva y respetuosa.
¿El lenguaje cruzó el punto de no retorno ante el triunfo de la derecha en el mundo?
La relación entre el triunfo de corrientes políticas de derecha y el uso del lenguaje inclusivo es un tema complejo y depende del contexto político y social de cada país. Sin embargo, es cierto que en muchos lugares donde las fuerzas políticas conservadoras o de derecha han ganado poder, se ha visto una resistencia al lenguaje inclusivo y su existencia está seriamente amenazada. Por ejemplo, en Argentina, el presidente Milei anunció la prohibición del lenguaje inclusivo y de “todo lo referente a la perspectiva de género.
En varios países, especialmente en América Latina y Europa, el debate sobre el lenguaje inclusivo ha sido politizado. En algunos casos, los gobiernos de derecha han criticado el uso del «e» en lugar de la «o» o el «a» (como en «todes» o «amigues») argumentando que es una imposición ideológica que distrae de temas más importantes o que «debilita» la lengua.
La derecha suele presentar el uso del lenguaje inclusivo como un exceso del «progresismo» o un ejemplo de lo que perciben como una corrección política llevada al extremo.
En muchos países, el lenguaje inclusivo ha sido promovido no sólo por grupos de izquierda, sino también por activistas, movimientos feministas, LGBT+ y por la sociedad civil que busca visibilizar la diversidad de identidades de género y sexualidad.