Se desconoce paradero de Sergei Surovikin, el general ruso señalado por su presunto rol en la rebelión del grupo Wagner
El paradero de Sergei Surovikin, el general ruso que según el diario The New York Times “sabía de los planes de rebelión de Wagner”, se desconoce públicamente desde el motín del sábado y se multiplican las versiones y especulaciones sobre lo que le pudo haber sucedido. Surovikin es el segundo al mando del Ejército ruso y tiene vínculos conocidos con el jefe del grupo de mercenarios Wagner, Yevgeny Prigozhin
El militar fue reemplazado como comandante en jefe de la operación en Ucrania a principios de este año -apenas tres meses después de asumir-, pero mantuvo su influencia en la gestión de las operaciones de guerra.
El diario The Wall Street Journal destaca que Surovikin no se muestra en público desde el sábado -día del motín-, y el canal ruso Telegram Rybar aseguró que el general está detenido y bajo interrogatorio. Varias cuentas de blogueros rusos replicaron la misma información.
Fuentes de inteligencia estadounidenses citadas por The New York Times afirmaron que Sergei Surovikin estaba al tanto de antemano de los planes de Prigozhin para rebelarse contra el liderazgo militar ruso.
Frente a la información revelada por Estados Unidos, Putin deberá decidir entonces si cree que Surovikin ayudó al jefe del grupo Wagner y cuál sería su “castigo”, según el diario. Entre los escenarios posibles, exfuncionarios opinan que una de las alternativas es que el jefe de Estado se quede con Surovikin si concluye que tenía algún conocimiento de que lo planeado pero no ofreció su ayuda. Por ahora el líder del Kremlin muestra intenciones de culpar del motín únicamente a Prigozhin.
The Wall Street Journal publicó este miércoles que Prigozhin tenía el plan de arrestar a Serguéi Shoigu, ministro de Defensa, y al jefe del Estado Mayor, general Valeri Guerasimov, durante un viaje previsto al sur del país. Pero el servicio de seguridad nacional ruso FSB se enteró del plan y Shoigu y Guerasimov cambiaron el viaje.
No se pudo determinar si Surovikin pasó esta información al FSB o cómo la agencia se enteró de los planes de Prigozhin.
El sábado, Surovikin fue el primer alto mando en condenar el complot el viernes e instó a Prigozhin a detener a sus hombres.
Este miércoles, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, desestimó los informes sobre Surovikin publicados por The New York Times como especulaciones y rumores. Rumores que se siguen multiplicando, con pocas certezas más allá de que el sábado fue su última aparición pública.
Surovikin nació en 1966 y es originario de la región de Siberia. Cumplió funciones como jefe de las Fuerzas Armadas de Rusia, comandante de las fuerzas aeroespaciales y estuvo a cargo de la Policía Militar Rusa, organización que se encuentra amparada por el ejército.
Entre 2013 y 2017 comandó el Grupo de Fuerzas en Siria, que intervino militarmente desde Rusia, por lo que se ganó el apodo de “carnicero de Siria”.
Además de Siria, el militar combatió en Afganistán, en Chechenia, en Tajikistán. Surovikin tiene reputación de “crueldad y brutalidad”, de acuerdo con medios como la BBC, aunque la versión que se manejó siempre desde Rusia es que es un “líder militar duro y exigente”.
En el conflicto con Chechenia, por ejemplo, se dio a conocer por su promesa pública de “destruir tres militantes, por cada soldado muerto”.
Sergei Surovikin estuvo preso por la muerte de manifestantes prodemocracia en Moscú en 1991, durante el intento de golpe de Estado. Sin embargo, su detención solo duró unos meses, antes de que el presidente Boris Yeltsin ordenara su liberación, con el argumento de que solamente estaba siguiendo órdenes.