Se equivocaron el Washington Post, CNN, New York Times y las grandes encuestas en 2016 y en 2024
Nueva York: “Muchos santos han caído de los altares”, por segunda vez desde 2016. Grandes medios de comunicación, que presumen de contar con los “mejores periodistas” y recursos económicos vastos, han sido nuevamente blanco de duras críticas por sus predicciones electorales. En esta ocasión, las cabezas de su prestigio editorial han rodado por el suelo, convirtiéndolos, por segunda vez, en objeto de fuertes cuestionamientos respecto a su desempeño en las predicciones electorales.
El New York Times, The Washington Post, CNN, Nate Silver, FiveThirtyEight, NBC y ABC News arriesgaron parte de su prestigio, tal como lo hicieron en 2016, al realizar predicciones que no se materializaron en 2024. En este caso, los demócratas “llegaron tarde al tren”, y, una vez más, el pronóstico fue un desastre.
El error de 2016: Predicciones erróneas del New York Times
En 2016, el New York Times (NYT) publicó una encuesta de probabilidad que favorecía a Hillary Clinton con un 85% de chances de ganar, según su modelo de predicción. Sin embargo, Donald Trump ganó la presidencia. Este error se debió, en parte, a una excesiva confianza en los modelos matemáticos, que no tomaron en cuenta factores como el voto en estados clave como Wisconsin, Michigan y Pensilvania. Lamentablemente, la historia se repitió en 2024, cuando Trump nuevamente se impuso a Kamala Harris.
El caso del Washington Post
El Washington Post también formó parte de la cobertura electoral de 2016. Su análisis de predicciones fue similar al de otros medios: centrado en las probabilidades a favor de Clinton. Aunque no realizaron una predicción específica como el NYT, su cobertura se enfocó tanto en las probabilidades de Clinton que subestimaron el potencial de Trump para ganar estados cruciales. En 2024, su proyección de Kamala Harris fue igualmente errónea, lo que resultó en un fiasco histórico cuando Trump ganó de manera aplastante.
Nate Silver and FiveThirtyEight
Nate Silver y su sitio FiveThirtyEight, aunque fueron más moderados en sus predicciones en 2016, también proyectaron una alta probabilidad de victoria para Clinton. Sin embargo, sus seguidores quedaron frustrados debido al gran margen de error en la predicción de los estados clave. Lo mismo ocurrió en 2024, cuando subestimaron a Donald Trump en siete estados cruciales, favoreciendo a Kamala Harris de manera incorrecta.
Grandes cadenas de noticias: CNN, NBC, ABC News y más
Las grandes cadenas de noticias como CNN, NBC, ABC News y otros medios también formaron parte de la cobertura electoral de 2016. Muchos de sus análisis iniciales proyectaron a Clinton como la favorita, basándose principalmente en encuestas que resultaron fallidas. Este patrón se repitió en 2024, donde sus proyecciones a favor de Kamala Harris se desplomaron, una vez más, en favor de Donald Trump en los estados clave.
El colapso de las encuestas
Los institutos de encuestas, como Gallup e Ipsos, también fueron objeto de críticas después de las elecciones de 2016. Sus modelos mostraban una ventaja significativa para Clinton en las encuestas nacionales, pero este escenario no se reflejó en los resultados finales. En 2024, muchos observadores señalaron que estos institutos no supieron captar adecuadamente el voto en los estados en disputa. Las predicciones, que proyectaban un empate o una ligera ventaja de Harris sobre Trump, fueron un desastre. La victoria aplastante de Trump, tanto en el voto electoral como en el popular, evidenció la falta de precisión de estas encuestas.
Subestimación del voto rural y conservador
Un factor recurrente en ambas elecciones, 2016 y 2024, fue la sobreestimación del apoyo a los candidatos demócratas en áreas urbanas, mientras que las áreas rurales y más conservadoras se movilizaron significativamente a favor del candidato republicano. Los modelos de predicción en 2024 fueron excesivamente dependientes de encuestas nacionales, sin un análisis adecuado de las zonas rurales en los estados clave. Este enfoque sesgado contribuyó a predicciones erróneas, ya que los votos en estas áreas pasaron desapercibidos o fueron subestimados.