Secuestran y asesinan gatos en el Alto Manhattan; policía ofrece recompensa de $2,000 por información
NUEVA YORK._ Numerosos gatos están siendo secuestrados y asesinados en colonias de los cuadrúpedos, abiertas en 2013 por activistas de defensa a los animales y que pululan y pernoctan en diferentes áreas del Alto Manhattan, mientras la policía del cuartel 33 está en busca de el o los responsables, ofreciendo una recompensa de $2,000 dólares por información que conduzca a la captura y convicción.
Policías de esa comisaría, han desplegado afiches con fondo verde en postes y otros sitios visibles en distintas zonas del Alto Manhattan, en los que detalle que los gatos del área, están siendo desaparecidos y destruidos.
La uniformada, también recuerda que los responsables de esos crímenes, se enfrentan a penas de cárcel y multas.
“Los gatos de nuestra comunidad están siendo capturados ilegalmente y después destruidos”, reza el cartel de búsqueda de la policía.
El cuartel, comandado por el capitán de dominicano Charlie A. Bello, pone a la disposición de los comunitarios los números (1800-577-TIPS) de la Unidad Alto al Crimen (Crimen Stoppers) y el (1212) 927-3200 para quienes tengan información concreta sobre los secuestradores y asesinos de los gatos.
Los gatos callejeros se ven deambulando especialmente en las noches en todo el Alto Manhattan y Harlem, paseando y comiendo al aire libre, gracias a los esfuerzos de residentes como las activistas Sherri Laurence, Sheila Massey y otros, que abrieron las primeras colonias.
Ellas han establecido puntos de alimentación en estacionamientos, detrás de edificios de apartamentos en un jardín comunitario y fuera de una cárcel en la avenida Edgecombe, donde los oficiales de la prisión alimentan y bautizaron con nombres a media docena de los gatos.
Massey, de 68 años de edad, maneja cinco colonias de gatos en un radio de dos cuadras desde su hogar en la calle 162 Oeste y entre los que ayudan a mantener los gatos, figura un clérigo de una iglesia católica del barrio.
La Sociedad de Protección Animal (ASPCA), dijo que se asocia con grupos de colonias de gatos en toda la ciudad para ubicar a más de 5,000 felinos al año, explicó Jesse Oldham, director administrativo senior de alcance comunitario de la entidad.
Los llamados esfuerzos de trampa-castración y liberación están diseñados para estabilizar la población de gatos de la ciudad mientras utilizan la destreza de las criaturas en el control de ratas, que en Nueva York superan por millares a los humanos.
No son pocos los dominicanos a los que se ve dándoles comidas en latas a los gatos.
Pero algunos residentes son menos acogedores.
«La gente dice que los gatos están siendo maltratados y terminan muertos», dijo Oldham, señalando que algunos enemigos han hecho todo lo posible para hacerles daño.
«La gente les tira piedras», dijo. «Tenemos que colocar carteles que digan No los envenenen. No dañen a los gatos», denunció una maquilladora en un salón de belleza, que se identificó como Laurence.
Incluso se niega a decir dónde deja la comida de los gatos, temiendo que los humanos enojados les pongan venenos.
«No podemos revelar ubicaciones. Es peligroso hacerlo», dijo Laurence.
Algunos de sus vecinos admitieron que no son fanáticos de lo que están haciendo los activistas por los felinos, aunque aclararon que nunca han maltratado un solo gato.
«Los gatos están locos, no me acerco a ellos», dijo Effron Riveria, de 67 años, cuyo edificio de apartamentos está adyacente a una de las colonias.
Massey convenció al pastor dominicanoPorfirio Reyes, director de la Iglesia Pentecostal Monte Calvario en la calle 162 Oeste y avenida Ámsterdam para que permitiera los gatos en el estacionamiento del templo.
«En la República Dominicana, es una cultura diferente, allá matan y hasta se comen los gatos», dijo el reverendo.
“Son como una familia”, añadió el religioso en referencia a los grupos de gatos en las colonias.