“Sentí que mi alma, se congeló sentí enloquecer” relató hermana de policía dominicano asesinado durante funeral en catedral de San Patricio
NUEVA YORK._ Karina Mora, hermana mayor del policía dominicano Wilbert Mora, asesinado el 21 de enero en Harlem junto a su colega y compatriota Jason Rivera, relató que se le congeló el alma cuando dos agentes se presentaron a la residencia de la familia y su padre la llamó para decirle que tenían que ir al hospital.
Karina, quien leyó el panegírico a su hermano, estando acompañada por su hermano Wilson que también se dirigió a los presentes y su madre devastada, pidió un cambio radical del sistema para acabar con la violencia armada que abate a Nueva York y muchas otras ciudades de Estados Unidos.
“Los policías nos protegen, pero ¿quién los protege a ellos?”, cuestionó en la dramática exposición ante el féretro de su hermano.
“Yo sentí una paz infinita al ver que mi hermano no se perdió en las calles de Nueva York”, añadió.
“Estaba haciendo la diferencia entre los jóvenes de nuestra comunidad, en esta ciudad a la cual eligió servir como oficial de policía. Jamás imaginé que mi paz duraría menos de cuatro años”, expresó.
“Aquel día, ese terrible viernes llegué a casa. Mi papá me había hablado en diferentes ocasiones y luego me llama y me dice: llegaron dos policías a buscarnos, le pregunté por qué, me dijo que teníamos que ir al hospital”, relató Karina.
“Sentí que mi alma se congeló, sentí enloquecer, porque al decir nada, mi corazón temía a lo que había pasado”, agregó.
Señaló que esa ha sido la peor llamada de su vida y todavía siente que está en una pesadilla que no termina.
“Me pregunto constantemente cómo y por qué llegamos aquí. La parte más desagradable de mi alma y mi corazón es que jamás te volveré a ver, que ya tu sonrisa no llenará nuestra casa”, sostuvo.
“Nunca te escucharé decir mi nombre, tu jamás volverás a jugar conmigo lo pequeña que soy, falta poco para despedirnos y aún no he encontrado la forma de decirte adiós, hermanito”, expuso ella mientras cada ciertas palabras exhalaba un profundo suspiro de dolor.
“No existen las palabras para expresar este dolor y este luto que nos invade por partida doble. Duele saber que dos jóvenes ejemplares como el oficial Jason Rivera y Wilbert Mora nos fueron arrebatados a destiempo, dos jóvenes que quisieron hacer la diferencia y el cambio en su ciudad con su servicio y su entrega”, añadió.
“Ahora solo me pregunto: ¿cuántos Wilbert, cuántos Jason , cuantos oficiales más deberán perder sus vidas para que este sistema cambie, cuántas vidas más de los que nos protegen deberán ser arrebatadas por la violencia y el crimen, cuántas madres más, cuántos hijos, tendrán que perder a sus familias por pasar por este trauma y este tipo de tragedia?”, se preguntó.
“Los oficiales de policía de Nueva York nos protegen pero y a ellos, ¿quiénes los protegen, quiénes miran por sus vidas?, eso no lo sé, pero lo que sí sé y ustedes también quienes son los responsables de evitar este tipo de tragedia que continúan pasando”, clamó.