Sepultan restos de víctimas de masacre salvadoreña, una de ellas embarazada
Los restos de 16 víctimas de la masacre de El Mozote, perpetrada en diciembre de 1981 por los elementos del Ejército de El Salvador y considerada una de las más grandes registradas en Latinoamérica en el siglo XX, fueron sepultados este jueves en remotas localidades del oriente del país.
Los restos de 10 personas, entre ellas una mujer con unos seis de embarazo y 3 menores, fueron enterrados en un espacio colectivo, donde también han sido sepultados los restos de al menos otras 30 víctimas más.
En lugar se ha levantado un momento un honor a los masacrados y se ubica en el remoto cantón La Joya, en el municipio de Meanguera, a más de 200 kilómetros de la capital San Salvador.
Los restos, entregados el miércoles por autoridades de Instituto de Medicina Legal (IML) y que fueron exhumados en 2016 por expertos argentinos, fueron velados por sus familiares la noche del miércoles.
Los familiares y vecinos realizaron un acto religioso que incluyó cantos y oraciones.
Las otras víctimas fueron sepultadas en los cantones Cerro Pando y Toriles, todos cercanos a la remota localidad de El Mozote, situada en el oriente del país.
El cantón La Joya fue uno de los lugares más golpeados por la guerra civil (1980-1991) y, de acuerdo con diversas fuentes, se estima que el operativo militar de diciembre de 1980 dejó en ese lugar unas 145 víctimas, entre ellas menores.
Según el Informe de la Comisión de la Verdad de las Naciones Unidas en El Salvador de 1993, entre el 10 y el 13 de diciembre de 1981, unidades del Batallón Atlacatl torturaron y ejecutaron «deliberada y sistemáticamente» a niños, hombres y mujeres del cantón El Mozote y otras zonas aledaños, en un operativo militar denominado ‘tierra arrasada’.
Las intervenciones militares, durante la guerra, se dieron mayormente en las zonas rurales del país, donde sus habitantes, campesinos, era acusados por el Ejército de colaborar con la guerrilla.
Por el caso de El Mozote están siendo procesados penalmente una decena de militares, entre estos el exministro de la Defensa Guillermo García, que enfrentan cargos de asesinato, violación, privación de libertad, violación de morada, robo, daños, estragos, actos preparatorios de terrorismo y terrorismo, delitos elevados a la categoría de crímenes de guerra.
Un registro estatal estima la cifra de víctimas de El Mozote en al menos 1.725, de las que 988 fueron ejecutadas, 48 sobrevivieron a la masacre, 660 son familiares de las personas asesinadas y 29 sufrieron desplazamiento forzado.
La guerra civil (1980-1992) enfrentó al Ejército salvadoreño, financiado por Estados Unidos, y a la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), ahora partido político de oposición.
El conflicto armado se saldó con unas 75.000 personas muertas, unos 8.000 desaparecidos y cientos de masacres. Tras una amnistía declarada en 1993, pasó más de dos décadas sin que los crímenes de guerra se pudieran juzgar.
La CorteIDH emitió el 25 de octubre de 2012 una sentencia en la que condenó al Estado salvadoreño por esta matanza y ordenó una serie de medidas para reparar los daños causados, encaminadas a la justicia, la investigación y la implementación de programas de desarrollo.
No obstante, el Estado de El Salvador «sigue teniendo muchas» deudas con las víctimas y sobrevivientes, de acuerdo con la Corte IDH.