Suben tarifas de electricidad, agua y gas en Nueva York

El inicio de septiembre llegó con malas noticias para los habitantes del estado de Nueva York: las facturas de electricidad, gas y agua reflejan incrementos que se suman a un panorama ya complicado para muchas familias. Lo que era solo una advertencia de ajuste tarifario se convirtió en una realidad que obliga a reorganizar presupuestos.
National Grid confirmó que los clientes que consumen 625 kilovatios-hora al mes pagarán hasta 14 dólares adicionales en sus recibos de electricidad. La empresa asegura que el alza permitirá sostener programas de acceso energético, reforzar la confiabilidad del sistema y cumplir con metas ambientales del estado.
Lo que debes saber
- Desde septiembre, suben tarifas de electricidad, gas y agua en Nueva York.
- National Grid aplicó hasta 14 dólares extra al mes en luz.
- Central Hudson sumará un 3 % adicional en las facturas.
- Aumentos se justifican en inversiones y ciberseguridad.
- Residentes critican bonificaciones ejecutivas en medio del alza.
Antecedentes y nuevas tarifas en Hudson Valley
En paralelo, la Comisión de Servicios Públicos del Estado (PSC) aprobó un plan tarifario para Central Hudson que entró en vigor el 1 de septiembre. Esto implica un incremento del 3 % en electricidad, es decir, unos 5,43 dólares adicionales al mes en el primer año. También se suman aumentos de alrededor de 8 dólares en gas natural para familias que consumen 78 termos.
La medida fue presentada como necesaria para financiar mejoras de infraestructura y seguridad, pero ha generado críticas por los antecedentes de la empresa. En 2023, una explosión de gas en Wappingers Falls dejó heridos y provocó sanciones: Central Hudson debió pagar 5 millones de dólares en multa y destinar otros 3.5 millones a un fondo de seguridad.
Residentes preocupados y debate sobre gestión corporativa
El impacto en los bolsillos de millones de familias es inmediato. Organizaciones comunitarias y residentes denuncian que, tras años de facturas elevadas, cualquier incremento adicional resulta insostenible.
La polémica se acentuó al revelarse que, al mismo tiempo que aprobaban alzas, las empresas destinaron varios millones de dólares a bonificaciones ejecutivas. Esto ha reavivado el debate sobre la equidad y la transparencia en la gestión de los servicios públicos esenciales.



















