Suspenden sacerdote tras denuncia de abuso sexual revelada por Alicia Ortega

Santo Domingo.– El Episcopado Dominicano anunció la suspensión del sacerdote Alejandro Anselmo Peña Sánchez, luego de que en el programa de investigación periodística El Informe con Alicia Ortega, difundiera un reportaje que recoge denuncias de presunto abuso sexual ocurrido hace 20 años.
A través de un comunicado, la Conferencia del Episcopado informó que Peña Sánchez queda apartado del ejercicio público de su ministerio mientras se realizan las investigaciones correspondientes.
La institución aseguró que brindará asistencia espiritual y psicológica a las presuntas víctimas, además de orientarles sobre los procedimientos que deben seguir en este tipo de casos.
Para más detalles, leer informe completo a continuación:
Encubrimiento y abuso en la Iglesia: víctimas de sacerdote denuncian después de 20 años
Luego de dos décadas de silencio, dos hermanas confesaron haber sido víctimas de abuso sexual cuando eran niñas por parte del sacerdote Alejandro Peña Sánchez, quien ha ejercido su labor en distintas parroquias del país.
Las víctimas, quienes prefirieron mantener su identidad anónima, narraron cómo fueron sometidas a tocamientos y agresiones durante años.
Denunciaron el silencio y la falta de apoyo de sus familias y de la Iglesia.
La mayor de ellas, a quien El Informe llamó “María” (nombre falso), comentó que el susodicho agresor era alguien recurrente en la familia y siempre fue muy cariñoso con ella. A medida que fue creciendo, confiesa, el sacerdote le ponía la mano en sus senos, alegando que esto no era nada malo.
Yo no salía con mis amiguitas porque honestamente él siempre tenía una. Vamos conmigo pa tal misa, vamos conmigo, pa tal sitio. Entonces ya yo dejé de tener una vida normal de adolescente porque siempre estaba cerca de esa persona.
Posteriormente, con el tiempo, los toques se volvieron más íntimos y de contacto directamente sexual, como penetración y sexo oral, según comenta la víctima. Así hasta que ya al ser mayor, ella se negó
Para yo alejarme de él, empecé a decirle que no, que yo no quería que él viniera. Empecé a decirle que no lo iba a visitar y entonces ahí empezaron las amenazas. Él empezó a decirme que por mi culpa él se iba a quitar la vida, que yo iba a ser la responsable de cualquier cosa que a él le pasara.
Y de un día, de un impulso, yo llamé a mi mamá por el teléfono porque yo vivía aquí en Santiago y ella vivía allá en el campo y se lo dije. Le dije de sus amenazas.
La otra cara de la moneda
En entrevista vía Zoom, la hermana de “María”, identificada como “Ana” (nombre falso), relató que al principio los abusos no siempre fueron explícitos, pero que ocurrieron de forma frecuente:
Hizo claro el hecho de que ella sabía que a su hermana mayor le pasaba lo mismo, pero esta no sabía que a ella también le pasaba. Recuerda que apenas tenía 12 años cuando asegura que inició el martirio.
Yo sabía que él hacía lo mismo con mi hermana. Mi hermana no sabía que él hacía lo mismo conmigo.
“María” narra que, al enterarse de que su hermana también era víctima, reconoció que por mucho tiempo después se culpó por no haber denunciado antes.
“Yo lloré tanto. Dije ´por mi culpa´… porque tal vez si lo hubiese dicho, él no le habría hecho esto a ella”.
El abuso duró prácticamente toda su adolescencia, hasta tener la mayoría de edad. María comentó que no habló, sino que ya cuando era una mujer decidió sacar a la luz todo lo ocurrido.
Uno se quedaba callado por la ignorancia, por la niñez; yo me he dado cuenta de que los niños se adaptan a todo. Yo sé y sabía que no estaba correcto, pero no me atrevía a decírselo a mi mamá ni a mi papá.
Ana añadió que la relación con su madre era distante y se sentía rechazada, por lo que encontró en el sacerdote una figura de confianza, a pesar del abuso.
Ambas coinciden en que la madre no tomó medidas, e incluso acusó a Ana cuando su hermana le habló sobre los abusos. Al momento que la madre supo de los abusos, dice que no hizo nada porque sus hijas eran grandes y ya mayores de edad.
Hay días que me despierto en la noche y pienso por qué? ¿Por qué no hizo nada? ¿Por qué ella vio, Ella vio señales.
No había forma de que ella no supiera que él sí nos tocaba, que él si abusaba de nosotras. Es como si ella misma no hubiese entregado en sus manos.
¿Quién es el acusado?
El sacerdote Peña Sánchez ha sido asignado a al menos seis comunidades distintas, incluyendo Villa Los Almácigos, Montecristi, Loma de Cabrera, y actualmente está a cargo de la parroquia Nuestra Señora de la Esperanza, en Valverde.
Fuentes eclesiásticas confirmaron que estuvo suspendido por cerca de un año mientras se investigaba una denuncia, aunque aparentemente no se comprobó el caso.
En entrevista con El Informe, Peña Sánchez se negó a hablar sobre las acusaciones y dijo que prefería abordar el tema con sus abogados.



















