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Trabajadores RD conmemoran su día afligidos por una parálisis económica

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SANTO DOMINGO.- La Confederación Nacional de Unidad Sindical(CNUS), la Confederación Nacional de Trabajadores Dominicanos (CNTD) y Confederación Autónoma Sindical Clasista (CASC) conmemora este viernes el el Día Internacional del Trabajo atrapados entre la convocatoria a elecciones presidenciales, la pandemia de coronavirus y la parálisis económica que ha provocado el cierre de alrededor de 48 mil empresas y la suspensión de más de 852 mil de sus afiliados.

En un documento enviado a ALMOMENTO.NET, el movimiento sindical recordó que antes de la pandemia el desempleo ampliado marcaba un 11% y ahora se estima que llegue a un 20 o un 23%, mientras la crisis sanitaria o de salud pública demuestra el fracaso de la aplicación de políticas neoliberales.

Dijo que la inversión en salud en el país es una de las más bajas de la región, apenas un 1.8 del PIB, cuando debió ser este año 2020 de un 4%, como lo establece la ley de la Estrategia Nacional de Desarrollo y que el movimiento sindical reclama sea de un 5% del presupuesto nacional.

A continuación, el texto íntegro:

El movimiento sindical dominicano conmemora el 134 aniversario del Día Internacional del Trabajo, en medio de una pandemia de coronavirus, una parálisis económica y la convocatoria a elecciones presidenciales y congresuales.

Por la pandemia han muerto centenares de personas, miles se han contagiado mientras que la   parálisis económica ha provocado la suspensión de sus labores   de más de 852 mil trabajadores y el cierre de alrededor de 48 mil empresas,

Esto implica que el desempleo ampliado que marcaba en las estadísticas un 11%, como efecto de la pandemia se estima que llegue a un 20 o un 23%, mientras que se acrecentará el empleo informal que de acuerdo a las estadísticas superara el 54%.

Más que una crisis sanitaria o de salud pública, es una muestra del fracaso de la aplicación de políticas neoliberales. La inversión en salud en el país es una de las más bajas de la región, apenas un 1.8 del PIB, cuando debió ser este año 2020 de un 4% como lo establece la ley de la Estrategia Nacional de Desarrollo y que el movimiento sindical reclama sea de un 5% del presupuesto nacional.

Una sostenida inversión suficiente y de calidad en salud habría contribuido a que fuera menos dolorosa y difícil la situación por la que atravesamos.

Durante muchos años, el movimiento sindical ha reclamado la transformación del sistema sanitario, para mejorar la calidad de vida de los dominicanos.

El efecto devastador de esta pandemia nos convoca a la creación de una nueva ley seguridad social, que responda a los intereses de la persona y no del capital, abarcadora, universal, que garantice servicios de salud a precios justos, y pensiones decentes.

Situación de la economía

Frente a la parálisis económica que se ha generado y que provocó la suspensión de millares de trabajadores, el gobierno propuso la creación del Fondo de Asistencia Social al Empleo (FASE) para subsidiar los salarios de los trabajadores formales e ingresos de los informales con los dineros del Instituto Dominicano de Protección y Prevención de Riesgos Laborales (IDOPPRIL).

Esto no hubiera ocurrido si las autoridades hubieran atendido el llamado del movimiento sindical sobre la necesidad de que se creara en el país, tal y como establece el artículo 23 de la ley 87-01 que manda la creación del Seguro de Desempleo, ignorado por gobierno y empleadores bajo el alegato de que no tendría sostenibilidad financiera. La inobservancia a las leyes y obligaciones de Estado y empleadores generan daños a los trabajadores, pues hoy el fondo de riego laborales a través del Instituto Dominicano de Protección y Prevención de Riesgos Laborales (IDOPPRIL) está ejerciendo una función para la que no fue creada, al gobierno utilizar parte de sus recursos para financiar el programa FASE.

Ante la realidad de FASE, como una respuesta del gobierno en el área laboral, el movimiento sindical le exhorta a que también incluya a los trabajadores de la construcción, agrícolas y portuarios, y se les ofrezcan servicios de salud que mejoren sus niveles de vida.

Asimismo, procuramos del gobierno la aplicación de políticas públicas tendentes a la protección de las pequeñas y medianas empresas, como mayores generadores de empleos, la flexibilización de medidas económicas al sector productivo y agrícola, al tiempo que también demandamos gravar las grandes fortunas, las herencias y la ganancia de las grandes empresas en especial a los capitales especulativos del sector financiero. Esta crisis no pueden pagarla solo los trabajadores.

Elecciones y un congreso de sordos

El estado de excepción que vive el país fruto de la pandemia, impidió que las elecciones a celebrarse el tercer domingo del mes de mayo de 2020, fueron postergadas por la Junta Central Electoral para el domingo 5 de julio. En esos comicios los dominicanos elegiremos al Presidente y Vicepresidente de la república, así como a los senadores y diputados.

De las nuevas autoridades, esperamos la aplicación de políticas públicas tendentes a mejorar los niveles de vida los dominicanos.

En los últimos años, el movimiento sindical ha presentado diferentes proyectos de ley ante el Congreso Nacional y la respuesta ha sido el silencio y la indiferencia de parte de la mayoría de sus legisladores, algunos, los mínimos, han sido las excepciones.

Parece la vida y la situación de los trabajadores no les importara, porque además de que no hacen caso a las propuestas que les entregamos, tampoco toman iniciativas a nuestro favor.

Al rechazar y condenar esa actitud, esperamos que los legisladores que serán electos asuman otra conducta y escuchen los reclamos de los trabajadores.

El poder legislativo, además de ser el primer poder del Estado, es la representación del pueblo a través de sus legisladores.

 Propuestas sindicales

Con el objeto de estimular el crecimiento y el desarrollo económicos, de elevar el nivel de vida, de satisfacer las necesidades de mano de obra y de resolver el problema del desempleo y del subempleo, demandamos:

1.- Convocar a los interlocutores nacionales tripartitos para discutir sobre la crisis del empleo, de acuerdo a los convenios 144 de la OIT sobre tripartimos, el 122 sobre política de empleo y la recomendación 205 sobre el empleo y trabajo decente en la paz y la resiliencia.

2.- Convocar al Congreso Nacional y a los interlocutores sociales para reformar la ley 87-01 sobre seguridad social, para hacerla universal, integral, solidaria e inclusiva en general, que recoja la informalidad, la creación del seguro de desempleo, los aportes de las AFP a los trabajadores, que provengan de las grandes ganancias que durante estos años han sido acumuladas,    como paliativo a la crisis y las pensiones solidarias, la salud pública, y otros temas de interés general en la seguridad social.

3.- Ajustar el presupuesto extraordinario y elevar el presupuesto en salud.

4.- Incluir en el Fondo de Asistencia Solidaria a Empleador (FASE) aquellos trabajadores excluidos que fueron suspendidos de sus labores por el empleador.

5.- Igualar la pensión mensual a 10 mil pesos del disuelto IDSS, que hoy está a cargo del Ministerio de Hacienda a través de la Dirección General de Jubilaciones y Pensiones, DGJP.

6.- Que las ARS brinden mayor cobertura a los afiliados positivos con COVID-19 y que sean incluidos subsidiados en el SENASA los trabajadores de difícil cobertura, como la construcción, domesticas, agrícolas migrantes.

7.- Que las personas inactivas con aportes a las AFP, que no alcanzarán una pensión por vejez en CCI-AFP, se le devuelva su dinero acumulado.

8.- Congelar los precios de primera necesidad

9.- Disminuir los pagos de las tarifas eléctricas y combustibles

10.- Congelar el pago de préstamos hipotecario por 3 meses sin intereses y que el pago de los colegios sea nada más hasta marzo 2020.

11.- Garantizar que las necesidades del personal sanitario sean tenidas en cuenta en las medidas de solución del problema, y ofrecer todo el apoyo y los equipos de protección necesarios para que puedan realizar su trabajo de la forma más segura.

12.- Prestar atención a lo que ocurre en los hogares y potenciar el reparto equitativo de la carga de cuidados y de tareas domésticas entre las mujeres y los hombres. Esta es una gran oportunidad para erradicar los estereotipos y los roles de género tan arraigados en la mayoría de las casas de prácticamente todo el mundo.

13.- Garantizar la negociación colectiva por 180 días o hasta que la crisis sea superada, con especial atención a la equidad de género

14.- Prohibición de la suspensión o terminación de contratos de prestación de servicios temporales durante el tiempo que dure la emergencia, para todas las entidades públicas nacionales o territoriales, centralizadas o descentralizadas de servicios, así como del ámbito privado en todas sus modalidades, bajo el argumento de quiebra, baja productividad, pérdida de ganancias, entre otros.

15.- En aras de garantizar la estabilidad del empleo y salario, se ha implementado el teletrabajo como respuesta a la parálisis económica; sin embargo, en la región la mayoría de nuestros países no tienen o está insuficientemente regulada; es importante destacar que es fundamental que esta modalidad no precarice y flexibilice las relaciones laborales existentes, por el contrario, debe tener como premisa la garantía del empleo en concordancia con los estándares de la OIT.

16.- Garantizar que las líneas de atención telefónica y los recursos para las mujeres que sufren violencia de género, sean servicios esenciales y que se mantengan siempre a su disposición. Además, es necesario que la administración pública de respuestas a las necesidades de las mujeres y de sus hijos e hijas.

Solidaridad con el mundo laboral

El mundo laboral evoca esta fecha con la pérdida de millones de empleos, devastaciones económicas y de salud, profundización de la desigualdad y la pobreza y la convivencia en medio de una incertidumbre e inseguridad nunca vista en los últimos tiempos.

La caída brusca e imprevista de la actividad económica está causando una drástica contracción, las medidas de paralización total o parcial ya afectan a casi 2700 millones de trabajadores, es decir al 81% de la fuerza de trabajo mundial.

La reducción del rol del Estado a simple observador y facilitador del capital contra los derechos de los trabajadores y ciudadanos, son elementos que sostienen el sistema económico neoliberal, determinantes en el crecimiento de la pobreza, la marginalidad y la vulnerabilidad de la población.

El neoliberalismo niega a los trabajadores y trabajadoras la oportunidad   de vivir con derechos. La tercerización, la informalidad y la subcontratación han sido medidas implementadas por este modelo económico desintegrador, que conspira contra los empleos decentes, la libertad sindical y negociación colectiva, la salud y la seguridad social, alimentación y educación suficiente y de calidad, acceso al agua potable y viviendas, así como un medioambiente compactible con la salud y la vida.

El movimiento sindical dominicano aspira a un sistema político, económico y social incluyente, con derechos políticos y económicos iguales para todos y todas y en el que la democracia sea la guía de su accionar.

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