Transparencia Internacional presenta países más corruptos en medio de la pandemia
Este año, el Índice de Percepción de la Corrupción dibuja un paisaje sombrío del estado de la corrupción en todo el mundo.
La mayoría de los países evaluados no han registrado ningún avance en la lucha contra la corrupción en casi una década y más de dos tercios puntúan por debajo de 50.
Nuestra investigación indica que la corrupción no solo socava la respuesta sanitaria global al COVID‑19 sino que además contribuye a mantener la democracia en un perpetuo estado de crisis.
“La Covid 19 no es solo una crisis sanitaria y económica: es una crisis de corrupción. Y de momento no la estamos superando”, escribió en un Tweet Delia Ferreira Rubio, presidente de Transparencia Internacional.
En pocas palabras
El índice clasifica 180 países y territorios según la percepción del nivel de corrupción en su sector público según expertos y empresarios. La escala empleada es de cero a cien, donde el cero corresponde a corrupción elevada y, el cien, a corrupción inexistente.
Como en años anteriores, más de dos tercios de los países alcanzan una puntuación inferior a 50 en el índice de 2020, con una media mundial de 43. Los datos indican que, aunque se han producido ciertos avances, la mayoría de los países continúa sin abordar con eficacia la corrupción en el sector público.
Resultados
Los países con las puntuaciones más altas son Dinamarca y Nueva Zelanda, con 88 puntos, seguidos de Finlandia, Singapur, Suecia y Suiza con 85 cada uno.
Las puntuaciones más bajas corresponden a Sudán del Sur y Somalia, con 12 puntos cada uno, seguidos de Siria (14), Yemen (15) y Venezuela (15).
Covid-19 y corrupción
La corrupción socava la posibilidad de actuar de forma equitativa frente a las crisis, como la de la covid‑19, y subraya la importancia de la transparencia y las medidas contra la corrupción en situaciones de emergencia.
“Nuestros informes indican que la corrupción está presente en toda la actuación contra el COVID-19, desde el soborno para acceder a pruebas, tratamientos y otros servicios sanitarios hasta la contratación de suministros sanitarios y la preparación para emergencias en general”. Concluye Transparencia Internacional.