Tras dos años en coma, mujer despierta para acusar a su hermano de haberla atacado
Jackson, en West Virginia: Wanda Palmer estuvo durante dos años en coma despertó y reportó a la Policía que su atacante fue su hermano, Daniel, en un caso que los investigadores daban por cerrado al no hallar pistas.
El alguacil del condado de Jackson, en West Virginia, Ross Mellenger, dijo que sus detectives recibieron una llamada de un centro de atención de New Martinsville informándoles que Wanda Palmer había salido de un coma de dos años.
La mujer había sido golpeada salvajemente en su casa en Cottageville en junio de 2020, reportó el medio local MetroNews.
“Cuando llegamos allí, para ser honestos, pensamos que estaba muerta”, dijo Mellenger.
Aunque se abrió una investigación, los policías no lograron encontrar a un sospechoso, aunque Mellenger dijo que tenían “una idea” de lo que pudo suceder, pero sin suficientes pruebas.
“El problema era que no teníamos nada con lo que continuar. No hubo testigos presenciales, nadie vivía en la casa, ni imágenes de vigilancia, ni registros de teléfonos celulares. Prácticamente no había nada para avanzar”, dijo el jefe policiaco.
A pesar del daño cerebral que le fue causado, Wanda pudo identificar a su hermano y explicar lo que ocurrió.
“Ella está despierta y puede decirnos exactamente qué sucedió”, dijo Melleger.
Ahora Daniel Palmer fue arrestado ey acusado de intento de asesinato y lesiones dolosas.
El alguacil del condado de Jackson, en West Virginia, Ross Mellenger, dijo que sus detectives recibieron una llamada de un centro de atención de New Martinsville informándoles que Wanda Palmer había salido de un coma de dos años.
La mujer había sido golpeada salvajemente en su casa en Cottageville en junio de 2020, reportó el medio local MetroNews.
“Cuando llegamos allí, para ser honestos, pensamos que estaba muerta”, dijo Mellenger.
Aunque se abrió una investigación, los policías no lograron encontrar a un sospechoso, aunque Mellenger dijo que tenían “una idea” de lo que pudo suceder, pero sin suficientes pruebas.
“El problema era que no teníamos nada con lo que continuar. No hubo testigos presenciales, nadie vivía en la casa, ni imágenes de vigilancia, ni registros de teléfonos celulares. Prácticamente no había nada para avanzar”, dijo el jefe policiaco.
