Trump anuncia plan de paz para Gaza: alto al fuego inmediato, liberación de rehenes y hoja de ruta de 21 puntos

Washington D.C: El presidente Donald Trump y el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu presentaron en la Casa Blanca un plan para poner fin a la guerra en Gaza. La propuesta, descrita por la Casa Blanca y medios acreditados como un documento de 20–21 puntos, contempla un alto al fuego inmediato, la devolución de todos los rehenes en 48–72 horas tras la aceptación israelí y un marco de gobernanza transicional en la Franja, con respaldo internacional. Falta la respuesta formal de Hamás, cuyo aval es imprescindible para una tregua sostenible.
Según el texto y los briefings difundidos hoy, el esquema incluye, cese inmediato de hostilidades si ambas partes aceptan; retiro israelí a líneas predefinidas para facilitar el canje; liberación de todos los rehenes, vivos y fallecidos, en un plazo de hasta 72 horas; y, a continuación, excarcelación por Israel de 250 palestinos con cadena perpetua y 1,700 detenidos tras el 7 de octubre de 2023. También prevé mecanismos para desarme de Hamás, seguridad interna a cargo de una fuerza internacional y transición administrativa hacia una autoridad palestina reformada o tecnocrática.
El anuncio llega tras semanas de contactos en la ONU y presiones sobre Jerusalén para aceptar una hoja de ruta estadounidense. Trump recibió hoy a Netanyahu e insistió en que el acuerdo está “muy, muy cerca”. La Casa Blanca divulgó el documento y organizó una conferencia de prensa conjunta. Coberturas en vivo de medios internacionales siguieron los pormenores del encuentro.
En paralelo, la Casa Blanca informó que Netanyahu, durante una llamada facilitada por Washington, presentó disculpas a Catar por el reciente ataque israelí en Doha que tensó las mediaciones. El gesto busca mantener activos a los mediadores cataríes y egipcios, claves para cualquier canje.
¿Quiénes apoyan y quiénes dudan?
Netanyahu declaró su respaldo al plan por “cumplir los objetivos de guerra”, retorno de rehenes, desmantelamiento militar de Hamás y fin de su control político, aunque persisten discrepancias sobre el papel futuro de la Autoridad Palestina. Fuentes oficiales egipcias y emiratíes expresaron apoyo a la iniciativa como paso hacia una paz “permanente y comprensiva”. Hamás, por su parte, afirmó que no ha recibido el documento, mientras algunas fuentes en Jerusalén sostienen que el grupo podría ser persuadido por Doha. La validación de Hamás sobre el alto al fuego y la liberación de rehenes sigue siendo el punto de quiebre.
El plan retoma elementos de marcos anteriores, cese por fases, intercambio de rehenes y prisioneros, retirada y reconstrucción, pero añade un componente de “gobernanza transicional” y una fuerza internacional de estabilización en áreas despejadas de presencia militar de Hamás. La Casa Blanca sostiene que gran parte del despliegue civil podría avanzar incluso sin el visto bueno de Hamás, algo que analistas ven difícil sin un canje integral y garantías de seguridad verificables.
Obstáculos inmediatos
Aun con el respaldo público de Netanyahu y el impulso de Washington, persisten escollos, como la exigencia de Hamás de retirada total israelí y garantías sobre el futuro político palestino; el debate en Israel sobre seguridad y “día después”; y la necesidad de un cronograma verificable para reconstrucción y retorno seguro de desplazados. Sin acuerdo sobre rehenes, difícilmente avance el cese permanente, advierten reportes y analistas.
Más de 18 meses de guerra quebraron equilibrios regionales, deterioraron la situación humanitaria y tensaron alianzas clave de Washington. La propuesta intenta frenar el aislamiento internacional de Israel, recomponer puentes con socios árabes y reducir riesgos de escalada en el Líbano y el mar Rojo. Para Estados Unidos, un alto al fuego verificable reduciría costos estratégicos y abriría espacio a conversaciones más amplias sobre reconocimiento y garantías de seguridad.
En las próximas horas y días se espera la respuesta formal de Hamás a través de Catar y Egipto; consultas de seguridad en Israel; y delineamiento de la arquitectura de verificación internacional. La Casa Blanca insiste en que, si ambas partes aceptan, “la guerra terminará de inmediato”.



















