Trump se dirige a un campo de Maine, pero no escapará de los manifestantes
WASHINGTON (AP) – El gobernador demócrata de Maine está instando al presidente Donald Trump a que vigile su tono durante una visita al estado el viernes para exhibir una compañía que hace hisopos especializados para pruebas de coronavirus.
Y el sheriff en el condado más rural del estado está instando a quienes se espera que protesten por la visita de Trump, y a quienes lo apoyan, a comportarse mientras continúan las manifestaciones en todo el país por la muerte de George Floyd bajo custodia policial en Minneapolis.
Trump ha recibido críticas por instar a los gobernadores a «dominar» a los manifestantes y arrojar a los perpetradores de violencia en la cárcel y por el movimiento de su administración a principios de esta semana para limpiar por la fuerza a los manifestantes pacíficos cerca de la Casa Blanca para que el presidente pueda caminar a una iglesia cercana para posar para fotos sosteniendo una Biblia
La gobernadora Janet Mills instó esta semana al presidente republicano a «revisar la retórica en la puerta y abandonar las palabras divisivas» durante su visita.
«Espero que preste atención a este llamado y apele a los mejores de todas las personas y nos guíe con coraje y compasión en este momento difícil», dijo el jueves.
Durante una llamada a principios de esta semana con los gobernadores, Mills le dijo al presidente que estaba preocupada por los «problemas de seguridad para nuestro estado» si Trump visitaba debido a sus duros comentarios sobre el manejo de manifestantes.
El presidente dijo que sus comentarios solo lo hicieron más decidido a venir, y agregó que «simplemente no me entiende muy bien». Mills ha dicho que trabajará durante la visita de Trump.
La primera visita de Trump a Maine desde que asumió el cargo lo llevará a Guilford, una población de 1.500 habitantes, hogar de Puritan Medical Products, una de las dos principales empresas que producen un tipo especial de hisopo necesario para aumentar las pruebas de coronavirus. El otro está en Italia.
Más de 350 trabajadores en Guilford han trabajado largas horas desde que comenzó la pandemia de coronavirus.
