Ucrania derribó míltiples drones rusos y empieza a reparar plantas de energía eléctrica dañadas
KYIV, Ucrania: A medida que la guerra se acerca a su noveno mes, la amenaza del Kremlin de un posible ataque con una «bomba sucia» ha agregado otra dimensión inquietante, mientras que los funcionarios ucranianos intentaron disipar las preocupaciones públicas sobre el uso de aviones no tripulados iraníes por parte de Rusia al afirmar un éxito creciente en dispararles desde abajo el lunes.
Tras un implacable asalto ruso a su infraestructura en las últimas semanas, los ucranianos se están preparando para recibir menos electricidad este invierno. Para obtener agua y otras necesidades, los residentes de la ciudad de Mykolaiv, en el sur de Ucrania, se alinearon mientras las fuerzas ucranianas avanzaban hacia la cercana ciudad de Kherson, ocupada por Rusia.
Según Kyrylo Budanov, jefe del servicio de inteligencia de Ucrania, más de dos tercios de los 330 drones Shahed disparados por Rusia hasta el sábado han sido derribados por las fuerzas ucranianas. Según Budanov, el ejército ruso ordenó 1.700 drones de varios tipos y está desplegando un segundo lote de 300 drones Shahed.
El periódico Ukrainska Pravda dijo que: «El terror con el uso de ‘Shaheds’ realmente puede durar mucho tiempo. La defensa aérea es básicamente hacer frente, el 70% es derribado.
Aunque los drones Shahed-136 en forma de triángulo han estado lloviendo sobre civiles en Kyiv y otras partes de Ucrania, ni Rusia ni Irán admiten que se hayan empleado drones construidos en Irán en la batalla.
Es probable que el gobierno ruso utilice varios drones para tratar de violar las «defensas aéreas cada vez más poderosas» de Ucrania, según el Ministerio de Defensa británico, en parte para reemplazar las armas de precisión de largo alcance fabricadas en Rusia que «se están volviendo cada vez más escasas».
Además, Sergei Shoigu, el ministro de defensa ruso, emitió una severa advertencia durante el fin de semana a importantes homólogos británicos, franceses, turcos y estadounidenses, diciendo que las fuerzas ucranianas estaban planeando una «provocación» con un dispositivo radiactivo, o el llamado » bomba sucia». Esa afirmación fue negada por Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña por ser «transparentemente incorrecta».
Una «bomba sucia» dispersa desechos radiactivos con explosivos en un esfuerzo por causar terror. Esas armas pueden exponer grandes áreas a la contaminación radiactiva, pero carecen de la destrucción catastrófica de una explosión nuclear.
El lunes, el gobierno ruso reiteró la cautela de Shoigu.
Los activos militares rusos estaban muy preparados para una posible contaminación radiactiva, según el teniente general Igor Kirillov, comandante de las unidades de defensa radiológica, química y biológica del ejército ruso. Una explosión de «bomba sucia», según él, podría contaminar decenas de miles de kilómetros cuadrados y liberar radiación letal hasta 1.500 kilómetros de distancia.
Sergey Lavrov, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, dijo en una conferencia de prensa el lunes: «No es una preocupación irrazonable; tenemos buenas razones para pensar que tales cosas pueden estar preparadas».
Ucrania ha negado las afirmaciones de Moscú como una artimaña para desviar la atención de sus propios preparativos para hacer estallar una bomba sucia. La afirmación de que Ucrania podría usar una bomba sucia fue rechazada como «escandalosa» el lunes por la ministra de Defensa alemana, Christine Lambrecht, quien agregó que había «cero indicadores» de tal posibilidad.
Volodymyr Zelenskyy, el presidente de Ucrania, sugirió que Moscú se estaba preparando para colocar un dispositivo nuclear en tierra ucraniana en un discurso transmitido el domingo por la noche.
En el frente, su oficina informó que durante las últimas 24 horas, el bombardeo ruso de varias regiones de Ucrania, incluida Mykolaiv, donde se atacaron las instalaciones de energía, y la ciudad de Bakhmut en la región oriental de Donetsk, resultó en al menos seis muertes de civiles y otros cinco civiles heridos.
Según funcionarios rusos, las fuerzas ucranianas lanzaron cohetes contra una importante central hidroeléctrica en la región de Kherson. Según los servicios de emergencia locales citados por los medios de comunicación rusos, el ejército ucraniano lanzó 19 misiles en la planta de Kakhovka e hizo tres impactos.
La instalación no sufrió daños significativos, según Vladimir Rogov, un alto funcionario del gobierno regional de Kherson, y todavía estaba en funcionamiento. Mientras las fuerzas ucranianas avanzaban sobre Kherson, que fue tomada por las fuerzas rusas al comienzo del conflicto, tanto Rusia como Ucrania acusaron a la otra parte de conspirar para volar la represa de la planta e inundar el área.
