Un candidato de lujo, sin desperdicio: No deje que la falsa percepción lo confunda
Por Lilliam Soriano
Nueva York: Abel Martínez, el candidato presidencial por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), es un hombre cuya trayectoria y dedicación lo destacan como una opción imprescindible para liderar al país. Desde sus humildes inicios hasta su actual posición como aspirante a la presidencia, Martínez ha dejado una huella imborrable en Santiago y en toda la República Dominicana.
Martínez nació en Santiago, donde desde temprana edad mostró su compromiso con su comunidad y su país. Su dedicación al servicio público comenzó en su juventud, cuando se involucró en actividades sociales y políticas que buscaban mejorar las condiciones de vida de sus conciudadanos.
Su ascenso político fue meteórico, gracias a su incansable trabajo y su visión progresista. Como alcalde de Santiago, Martínez transformó la ciudad, convirtiéndola en un modelo de desarrollo y modernización. Durante su gestión, se implementaron programas innovadores en educación, salud, infraestructura y seguridad, mejorando la calidad de vida de los santiagueros.
Pero el impacto de Abel Martínez trasciende las fronteras de Santiago. Su liderazgo ha sido fundamental en el Partido de la Liberación Dominicana durante los últimos 20 años de gobierno, donde ha contribuido a consolidar políticas que han impulsado el crecimiento económico, la estabilidad política y el bienestar social en la República Dominicana.
Bajo el liderazgo del PLD, el país ha experimentado avances significativos en áreas clave como la educación, la salud, la infraestructura y la economía. La implementación de programas como “Quisqueya Aprende Contigo” y “Progresando con Solidaridad” han permitido que miles de dominicanos accedan a mejores oportunidades educativas y sociales.
Como candidato presidencial, Abel Martínez representa la continuidad de estos logros y la promesa de un futuro aún más próspero para la República Dominicana. Su compromiso con el progreso, la equidad y la justicia social lo convierten en la opción ideal para liderar el país hacia nuevos horizontes de éxito y desarrollo.
Sus propuestas son fundamental para el progreso y la seguridad de nuestro país:
Inseguridad Ciudadana:
Construcción de 300 nuevos destacamentos policiales.
Inclusión de 10,000 nuevos policías, con el objetivo de lograr un destacamento por cada 10,000 habitantes.
Creación de una “red de vigilancia 24/7” en conjunto con ciudadanos que cuenten con cámaras exteriores en sus residencias, edificios, empresas y comercios. Esta red permitirá un monitoreo permanente del comportamiento de los agentes del orden y de la ciudadanía.
Implementación de cámaras inteligentes fijas y corporales, conectadas a paneles solares, para las dotaciones policiales y los vehículos de patrullaje.
Política Migratoria y Situación en la Frontera:
Declaración de “seguridad nacional” para la construcción de la presa Don Miguel, que represará el agua del río Masacre en la parte alta.
Pavimentación de la Carretera Internacional que conecta las provincias fronterizas para facilitar el patrullaje militar en la zona.
Reforzamiento de la respuesta policial en los puntos más sensibles mediante tres anillos de seguridad.
Implementación de una policía territorial más especializada, con patrullajes por cuadrantes según la cantidad de habitantes por territorio.
Propuesta de construcción de un muro fronterizo en las zonas que prevenga mayor riesgo de circulación ilegal de personas, especialmente en las comunidades de Tirolí y Carrizal.
Reorganización de los mercados binacionales, promoviendo una mayor diversidad de productos nacionales y mercancías, y estableciendo control de calidad, higiene, limpieza y orden.
Propuestas adicionales incluyen mejoras en educación, salud y otros servicios públicos.
No permitas que la falsa percepción te confunda. Abel Martínez es un presidente de lujo, cuya experiencia, visión y dedicación lo hacen merecedor del apoyo de todos los dominicanos. Es hora de mirar hacia adelante y seguir construyendo juntos un mejor futuro para nuestra amada República Dominicana.