Una joven canceló su boda después que un incendio “derritiera” su cara
Una chica de Estados Unidos tuvo que cancelar su boda debido a que su rostro, pecho, brazos y piernas sufrieron quemaduras de primer y segundo grado a tan solo seis días de la ceremonia por un incendio provocado por algo que olvidó sobre la estufa.
Esta es la historia de Brenley Davis de Carolina del Norte que en agosto de 2020, mientras estaba sentada conversando con su entonces prometido recordó que había dejado la estufa encendida con una olla llena de aceite.
“Estaba haciendo papas fritas. Pensé que había apagado el aceite, pero había estado en la estufa durante una hora a fuego medio o alto”, dijo Davis citada por el New York Post.
Davis, de 22 años, entró corriendo a la cocina y apagó la calefacción mientras su prometido abría las puertas y ventanas.
“Lo siguiente que supe fue que el humo comenzó a salir. Quité la tapa, la apagué y empujé la olla del fuego”, recordó la joven.
Pero la situación empeoraba mientras el viento se colaba por las ventanas y provocó que el aceite saltara por los aires y «estallara en llamas de 30 pulgadas».
“Abrimos las ventanas y la puerta trasera y supongo que el aire que entró al abrir las ventanas lo alimentó”, recordó Davis. “Se incendió automáticamente y las llamas eran tan altas que estaban quemando los gabinetes”, agregó.
Mientras esperaban a los bomberos, la joven agarró la olla y corrió con ella con el fin de lanzarla fuera de la casa, mientras las llamas le quemaban su cuerpo: “Todavía no sé qué me poseyó para agarrar una olla de la que salían llamas de 30 pulgadas”, dijo.
“Las llamas eran tan altas que me quemaban la cara, los brazos, las costillas y el pecho. Una vez que salí y tiré la olla, el fuego [sopló] hacia mi pierna”, recordó Davis. “Las llamas seguían encendidas y corrí a través de ellas. Luego llegó a la parte inferior de mis pies”.
Cuando los bomberos finalmente llegaron, Davis había sufrido quemaduras de segundo y tercer grado en la cara, los brazos, las costillas, el pecho, las piernas y los pies.
“Sentí que toda mi cara se había derretido. Estaba tan asustada”, expresó.
A menos de una semana de su boda, la joven no podía realizar acciones básicas como alimentarse, caminar o usar el baño, mucho menos prepararse para ir hacia el altar, por lo que el evento fue pospuesto, mientras ella se sometía a una serie de procedimientos dolorosos, incluido el drenaje de cada una de sus ampollas antes de someterse a una cirugía de injerto de piel y una fisioterapia para mover los brazos y estirar la piel.
La joven señaló al medio que lo peor vino después, con las costras, la picazón y los efectos en su salud mental: “Mi piel estaba muy roja y todavía tenía ampollas, pero la peor parte en general fue mi salud mental”. “Esto me ha cambiado. Me ha hecho más fuerte. Tenía PTSD (Trastorno de estrés postraumático) y soñaba que me prendían fuego y que la casa volvía a arder”.
Davis y su novio lograron casarse en noviembre de 2020, las fotos muestran los bultos de los injertos de piel en su cuerpo, pero cree que está aquí por una razón y ahora usa su experiencia para concienzar a las personas que preparan los platos durante las fiestas y los exhorta a estar pendiente de lo que tienen sobre la estufa.
“Para las personas que cocinan en Navidad, es muy fácil olvidarse de las cosas que se encienden en la estufa”, me pasó a mi. Estaba tratando de hornear un pastel, cocinar y hacer las papas fritas, todo a la vez. Me olvidé por completo de la grasa”.
“Trate de no estresarse ni apresurarse. Si estás estresado, cometes errores. Investigue y tenga extintores de incendios”, recomienda la joven.