Una mujer con tres hijos fue la persona succionada por el motor de un avión en Alabama
Una mujer madre de tres niños fue la persona que murió tras ser succionada por el motor de un avión comercial de la aerolínea American Airlines, mientras recibía mantenimiento en un aeropuerto de Alabama, Estados Unidos.
La trabajadora fue identificada como Courtney Edwards, de 34 años, y se desempeñaba como agente de asistencia de tierra cuando ocurrió el fatal accidente en el Aeropuerto Regional de Montgomery en la víspera de Año Nuevo.
De acuerdo con un informe presentado esta semana por investigadores federales, Edwards fue advertida repetidamente de que mantuviera la distancia de los motores del avión que en ese momento se encontraban encendidos.
La mujer había trabajado para Piedmont Airlines, una subsidiaria de American Airlines, según el informe preliminar de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte publicado el lunes.
Resultado del informe
The Post rescata que el documento reveló que minutos antes de la tragedia, uno de sus compañeros le había advertido a Edwards que mantuviera la distancia con los motores hasta que fueran apagados, ya que la vio casi atropellada por el escape de un avión.
Otro de los empleados de tierra al otro lado del jet Embraer E175 retrocedió al ser informado de que los motores aún estaban funcionando por un piloto que se asomó por la ventana.
Momentos después, Edwards, según relata el informe, caminó por el frente de uno de los motores que llevaba un cono de seguridad naranja y fue “arrancada de sus pies y llevada dentro del motor en funcionamiento”.
Un copiloto informó que, tras el hecho, el “avión se sacudió violentamente seguido del apagado automático inmediato”.
El vuelo desde Dallas con 59 pasajeros y cuatro tripulantes a bordo y operado por Envoy Air, una filial de American Airlines, tuvo que hacer una parada ya que una unidad de potencia auxiliar para propulsar el avión sin tener que usar los motores no funcionaba, según explica la junta de seguridad.
Tras el aterrizaje, los pilotos decidieron dejar en funcionamiento ambos motores del avión durante un periodo de enfriamiento de dos minutos, en lo que el avión lograra conectarse a la energía de tierra.
El informe también señala que hubo dos reuniones, una 10 minutos antes de llegar el vuelo y otra antes de que el avión de Embraer llegara a la puerta, en ambas se reiteró “que los motores seguirían funcionando” y que la aeronave no debía “ser abordada hasta que los motores se apagaran y los pilotos apagaran la luz de baliza”.
The Post destaca que en momentos en que sucedió el incidente, las balizas giratorias del avión aparecían iluminadas, advirtiendo que los motores todavía estaban funcionando, según los investigadores.
Asimismo, las cámaras de vigilancia muestran a Edwards caminando por el borde del ala izquierda del avión y frente al primer motor. En ese momento un compañero gritó y le hizo señas a la mujer para que se fuera. Edwards comenzó a alejarse, pero un “bang” se escuchó y tras el sonido, el motor se apagó, señala el informe.
El informe también resaltó que el manual de American Eagle revisado en julio advierte a los empleados a mantenerse por lo menos a 15 pies de la parte delantera de un motor, área conocida como “zona de ingestión”, hasta que las aspas del motor dejen de girar.
A pesar de que se señalan varias violaciones por Edwards a las medidas de seguridad y las advertencias de compañeros el mismo día del accidente, la junta no indicó una causa probable del mismo; ese paso por lo general sigue a una investigación que puede tardar un año o más.