Urgente llamado de ONU a evitar hambruna en Latinoamérica y Caribe
PANAMA (Prensa Latina).- La suspensión de las clases por la pandemia de Covid-19 representó la interrupción de los alimentos a 85 millones de estudiantes de Latinoamérica y el Caribe, que están hoy en peligro de hambruna, advirtió Naciones Unidas.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) alertó desde su sede aquí para la región que el almuerzo escolar representaba para muchos niños “su única comida del día”, y alentó a los gobiernos a encontrar alternativas que permitan proteger de la escasez alimentaria a infantes y familias pobres.
Una nota firmada por Miguel Barreto, director regional de la agencia, reconoció que autoridades de varios países entregan raciones de alimentos a través de escuelas o en los domicilios, donde incluyen arroz, frijoles, aceite y harina de maíz, en un programa social adaptado a las consecuencias de esta crisis sanitaria.
El PMA consideró que otros grupos de población vulnerable también necesitan de esa asistencia y citó a los adultos mayores, embarazadas, lactantes, menores de cinco años, portadores de VIH y familias con bajos ingresos y llamó a actuar rápidamente, porque muchas poblaciones serían empujadas aún más hacia la pobreza y el hambre por la crisis.
Barreto se refirió a que programas sociales diseñados para reducir la pobreza pueden servir de base para responder a escala, como las pensiones sociales, subvenciones, transferencias monetarias o en especie, entregas de alimentos y comedores económicos.
Reconoció que más de 200 millones de personas, o sea la tercera parte de la población de la zona, están protegidas, mientras unos 23 países buscaron la vía de las herramientas asistenciales creadas e incrementaron las ayudas monetarias para cubrir ciertas necesidades básicas mientras las personas se encuentran en cuarentena.
El funcionario de Naciones Unidas recordó que aún se necesita la cobertura a grupos como los migrantes y los trabajadores informales, quienes sufren actualmente el desamparo, en medio de “esta emergencia sanitaria y su gran impacto social y económico”, alertó.
“En los últimos años hemos trabajado con gobiernos para que sus programas nacionales se fortalezcan y se adapten a choques, como desastres naturales y el cambio climático. Varios países que se han preparado para emergencias, ahora están activando sus programas para responder a la Covid-19”, reconoció.