Lo que Biden entiende que la izquierda no
Si gana, será porque es demasiado viejo y está desconectado para cumplir con las restricciones que ahora obstaculizan gran parte del Partido Demócrata.
Durante las primarias, Joe Biden fue retratado como un anacronismo, un hombre que se había perdido su momento por una o tres décadas. Incluso cuando los principales medios de comunicación publicaron perfiles aduladores de sus muchos rivales, en gran medida descartaron sus posibilidades. La mayoría de los expertos parecían creer que nadie apoyaría a Biden si no fuera el demócrata de mayor rango en la contienda. Pero Biden no solo venció a una docena de competidores para ganar la nominación del Partido Demócrata, sino que también ha liderado persistentemente a Donald Trump en las encuestas, manejando hábilmente la política extraordinariamente turbulenta de 2020.
La explicación más simple es que a la gente le gusta Joe Biden, y les agrada por una razón: en contraste con Trump y ciertas partes vocales del Partido Demócrata, en realidad expresa la opinión de la mayoría de los estadounidenses. Si los demócratas logran recuperar la Casa Blanca y evitar el peligro que cuatro años más de Trump representarían para la paz, la unidad y la democracia en Estados Unidos, será gracias a cualidades de las que probablemente carecería un candidato más joven o más radical.
uando las protestas masivas por el asesinato de George Floyd se extendieron por los Estados Unidos, el público estadounidense reaccionó de una manera mucho menos dividida de lo que podría sugerir una mirada rápida al panorama de los medios partidistas. Según las encuestas de opinión, la mayoría de los estadounidenses cree que Derek Chauvin cometió un asesinato, que la brutalidad policial es un problema grave y que debemos hacer más para eliminar el racismo. Otras encuestas muestran que la mayoría de los estadounidenses también creen que las protestas violentas son ilegítimas y que es una mala idea «desfinanciar a la policía».
Pero muchas élites políticas y mediáticas no han logrado capturar este consenso. El peor delincuente es, como siempre, Donald Trump, que parece incapaz de expresar empatía por quienes sufren la injusticia, y todavía parece pensar que puede mejorar su posición al inflamar las tensiones raciales del país. Pero algunos de la izquierda también se han desviado hacia los extremos. Han abrazado mensajes profundamente impopulares como «desfinanciar a la policía» o se han abstenido de criticar a manifestantes violentos.
En los últimos meses, los escritores de publicaciones como The Nation y The New York Times han descartado la idea de que los saqueos y los disturbios son formas de violencia política. Hace apenas unos días, NPR publicó una entrevista suave con un autor blanco que defiende el saqueo afirmando que «golpea en el corazón de la propiedad, de la blancura y de la policía». Y cualquiera en Twitter habrá visto numerosas versiones del argumento de que los disturbios y los saqueos no están ocurriendo a una escala significativa, que no importa si están sucediendo y que, en cualquier caso, ese comportamiento es una reacción razonable a la injusticia. .
Esta abdicación de la responsabilidad moral por parte de los comentaristas ha hecho que sea más difícil para los demócratas electos oponerse a la violencia política. El sábado, por ejemplo, el senador Chris Murphy escribió en Twitter: “Esto no es difícil. El vigilantismo es malo. Los agentes de policía dispararles a los negros por la espalda es malo. Los saqueos y los daños a la propiedad son malos. No tienes que elegir. Puedes estar en contra de todo «. Cuando algunos usuarios de las redes sociales criticaron su mensaje, lo retiró y se disculpó por dar la impresión de que «pensaba que había una equivalencia entre el crimen contra la propiedad y el asesinato».
