Putin de Rusia no es un genio, pero sabe cómo aprovechar una crisis
Esto es lo que debe recordar: es difícil incluso para un observador casual del presidente ruso Vladimir Putin escapar de la impresión de que se lo está pasando genial. Se deleita en causar problemas a Occidente, incluso aparte de preocupaciones sobrias como satisfacer los intereses nacionales, protegerse de las amenazas o reparar el honor nacional herido.
La perogrullada de Winston Churchill de que Rusia es “un acertijo envuelto en un misterio dentro de un enigma” sigue siendo tan agudo como lo fue cuando lo articuló durante un discurso de radio de la BBC en octubre de 1939. Es casi imposible pronosticar lo que Moscú hará tácticamente. Sin embargo, lo que hará estratégicamente es más inteligible y, por lo tanto, más predecible.
Quizás, agregó el futuro primer ministro, “hay una clave” para el acertijo, a saber, “el interés nacional ruso”. Ver a la Alemania nazi invadir el sureste de Europa o la cuenca del Mar Negro “sería contrario a los intereses históricos de la vida de Rusia”. Con delicadeza evitó mencionar que la Unión Soviética y Alemania acababan de conquistar y dividir Polonia bajo un pacto secreto, y lo hizo el mes antes de que Churchill saliera al aire. Si hubiera incluido la invasión en su catálogo de intereses rusos, habría visto que tenía perfecto sentido para los líderes soviéticos buscar un amortiguador estratégico en Polonia. Promovió el interés nacional tal como lo consideraban los soviéticos.
De todos modos, vale la pena preguntarse cómo interpreta Moscú los intereses históricos de la vida de Rusia dentro de ochenta años. ¿Qué quieren los rusos hoy?
Es una pregunta que ha salido de los titulares pero que parece un retroceso. En los últimos años, los aviones de combate rusos han reanudado su práctica de la Guerra Fría de zumbar barcos o aviones estadounidenses que se aventuran en cualquier mar o espacio aéreo que Moscú considere una reserva rusa. El Mar Negro ha sido un escenario favorito para simulacros de combate, como Churchill podría haber profetizado a juzgar por su discurso en la BBC. Los destructores de la Armada de Estados Unidos que navegan allí han filmado repetidamente a los aviones rusos haciendo pases cercanos e inseguros. La tripulación del USS Donald Cook debe haberse sentido señalada: el barco soportó el acoso tanto en el Mar Negro como en el Mar Báltico.